Onelia Machado García, tiene 17 años y el 9 de diciembre próximo será su promoción como bachiller en el Colegio Público de Solingalpa, una ciudadela al suroeste de la ciudad de Matagalpa. Ella aspira a estudiar agronomía, una carrera de la que estima “tiene muchos ámbitos de aplicación”.
Junto a ella recibirán su diploma de bachilleres, en el mismo centro, otros 37 alumnos. En tanto, en el Instituto San Francisco de Asís, en la ciudad de Matagalpa, serán 68 los egresados de secundaria, incluyendo al adolescente Samy Blandón, quien desea estudiar la carrera de derecho.
La misma cantidad, 68, serán los graduandos del quinto año de secundaria del Colegio Diocesano San Luis Gonzaga, el más antiguo en la ciudad de Matagalpa y uno de los más prestigiosos en Nicaragua.
Las promociones del San Luis y el San Francisco serán este viernes 30 de noviembre.
Machado y Blandón coinciden en que continuarán estudiando en universidades establecidas en Matagalpa, tras culminar su secundaria en un año difícil en el que Nicaragua ha estado en una terrible crisis sociopolítica que, según organismos de derechos humanos, ha dejado más de 500 fallecidos en el país.
“Hemos pasado diferentes tipos de momentos y sentimientos. Cuando estaban los tranques, por ejemplo, algunos padres tenían miedo, pero uno siempre viene (a clases) por la educación, el amor que le tiene a aprender…”, sostiene Blandón.
El Instituto San Francisco de Asís está en la llamada “zona de las barricadas”, al suroeste de la ciudad de Matagalpa, donde hubo tranques y barricadas entre la madrugada del 12 de mayo y la mañana del 10 de julio.
“Pienso estudiar derecho, (porque) me llama la atención defender a las personas”, refiere Blandón, indicando que sus expectativas académicas universitarias “son bien altas”.
Machado García, por su parte, culminó sus estudios de secundaria como parte de la excelencia académica de su centro y “estoy feliz porque ya (cumplí) una meta más y solo queda esperar para (ir a) la universidad y a ver cómo nos va”.
Por la crisis en el país, hay alumnos que posiblemente dejen de estudiar en 2019. “Un compañero me comentaba que con todo esto que ha pasado en el país, su mamá no quiere que estudie, que espere un año, pero él sí quiere estudiar… él igual le va a hacer caso a la mamá y esperará un año”, relata apesarada Machado.
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