Aura Lidia Gutiérrez Ochoa, de 21 años, fue acusada de robo agravado y asesinato en contra del cambista y vendedor de lotería, Rosario Centeno Aráuz, de 80 años. Según la acusación, Gutiérrez Ochoa lo asesinó con un mazo y un cuchillo. Gutiérrez Ochoa debe cumplir con la medida cautelar de prisión preventiva.
Durante la audiencia preliminar, al mediodía de este miércoles 3 de octubre, la titular del Juzgado Único de Distrito Penal de Audiencias en Matagalpa, Maribel Parrilla, admitió la acusación y programó la audiencia de intercambio de información y pruebas para el próximo 11 de octubre.

Según la Fiscalía, Gutiérrez, quien es originaria de la comunidad rural Kansas City, en el municipio El Tuma-La Dalia y la víctima sostenían “una relación de pareja de manera ocasional desde hace aproximadamente cinco meses”.
Asesinado en un cuarto de hotel
El crimen ocurrió este sábado 29 de septiembre en el cuarto número siete de un pequeño hotel, lugar donde se veían los fines de semana en el barrio El Progreso, al centro de la ciudad de Matagalpa.
La Fiscalía agregó que a las 2:30 p.m. del sábado, la pareja fue al hotel, pero la joven llevaba dos cuchillos y un mazo pequeño, cabo de madera, este último de 27 centímetros de longitud. Una hora y media después, Centeno estaba acostado boca arriba en la cama y Gutiérrez presuntamente le asestó tres cuchilladas en la parte izquierda del tórax.
“La víctima gritó de dolor”, refirió el fiscal auxiliar Dimas Cerna en el relato de los hechos, indicando que, para silenciar a Centeno, Ochoa le asestó un golpe con el mazo en el ojo izquierdo.
El administrador y un empleado del hotel escucharon los gritos de Centeno, por lo que fueron al cuarto y la joven, entreabriendo la puerta, les habría dicho que “todo estaba bien (y) que se estaban vistiendo para retirarse”, señaló Cerna.
Según el relato del fiscal, Ochoa se apoderó de 1,078 dólares y 18,000 córdobas que andaba Centeno y debajo del colchón dejó los cuchillos y el mazo. Luego intentó irse dos veces, pero, al detectar que el administrador y el empleado estaban en la ruta de salida, ella repetía: “amor, ya nos vamos, ¿te vas a quedar?”, al tiempo que volvía a la habitación, “pretendiendo hacer creer que todo estaba bien”, dice la acusación.
En un tercer intento, la mujer salió y dijo al administrador que Centeno se iba a quedar más tiempo en el cuarto y al preguntarle qué había pasado, respondió que su acompañante “se había caído de la cama pero que todo estaba bien”, yéndose del sitio.
Sin embargo, el administrador fue al cuarto encontrando muerto a Centeno, por lo que junto al trabajador del hotel persiguieron a Gutiérrez, deteniéndola a una cuadra del local, trasladándola luego a la Policía de Matagalpa.
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