Distintos sectores sociales marcharon este sábado en la ciudad de Matagalpa en ocasión de los primeros cien días de protestas en el país, cumplidos el pasado jueves, y en apoyo a los obispos y sacerdotes de Nicaragua, ante las constantes agresiones que han recibido, incluyendo la profanación de varios templos católicos.
La marcha se denominó “cien días de lucha por la libertad”. Los manifestantes exigieron además el cese de la persecución estatal y demandaron el desarme de los paramilitares que asedian a la población.
La marcha partió del atrio de la catedral San Pedro Apóstol hacia el norte, pasando por los barrios Pancasán y Guanuca, de donde volvió hacia el sur, dirigiéndose hacia el centro de la ciudad.
Los manifestantes exigieron también la liberación de quienes han sido detenidos por protestar, calificados como “presos políticos”, entre ellos a Roberto José Cruz Altamirano, Francisco Antonio Castro Jarquín, Nelly Marily Roque Ordóñez, Solange Massiel Centeno Peña y Eduardo Manuel Tijerino, quienes están siendo procesados en Managua.
La misma exigencia de libertad hicieron en el caso de otros jóvenes que han sido detenidos por paramilitares y policías en días recientes, como Dilon Zeledón Ramos, de 20 años, cuyo padre, Juan Antonio Zeledón, sigue sin noticias de su paradero, porque le dijeron que el joven estaba en El Chipote, y hasta le han llamado diciéndole que lo han visto bajo custodia en el hospital de Matagalpa.
La marcha «Cien días de lucha por la libertad», en la ciudad de Matagalpa, incluyó la exigencia de justicia. MOSAICO CSI
Cruces con mochilas
El sacerdote Ramiro Tijerino, tío de uno de los detenidos, realizó una oración antes de iniciar la marcha, pidiendo la bendición de Dios para los asistentes.
“Se siente la presencia de un pueblo que quiere un cambio de verdad”, señaló el padre Tijerino mientras caminaba en la marcha, agradeciendo el respaldo popular que ha recibido su familia y a la vez dijo que “estoy también aquí en apoyo a los obispos que se la han jugado a favor del pueblo”.
Tres jóvenes que participaron de la marcha cargaban cruces con mochilas y los nombres de los departamentos de Jinotega, León y Matagalpa. Las jóvenes exigieron justicia por los estudiantes asesinados en las protestas y se solidarizaron con los médicos despedidos en el hospital de León.
Frente a la Alcaldía, custodiada por soldados del Ejército, los manifestantes cantaron el Himno Nacional y después les gritaron “asesinos”.
“Han sido cien días en los que nuestro país ha llorado. Es hora que en Nicaragua reine la paz, que en Nicaragua reine la justicia”, dijo el diácono Sadiel Eugarrios, quien posteriormente realizó una oración de consagración de Nicaragua al Inmaculado Corazón de María.
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