Siete personas fueron liberadas la noche del lunes de la delegación departamental de la Policía en Matagalpa. Las víctimas narraron que estuvieron recluidos en una celda reducida llena de excremento y orina, antes que los mandaran a la calle descalzos.
Entre los liberados están los primos Kevin Zeledón Treminio, de 25 años y Léster Treminio, de 27, ambos de nacionalidad estadounidense; por lo que en las gestiones para la liberación se habría involucrado la Embajada de los Estados Unidos en Nicaragua, así como la iglesia y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), señaló el sacerdote Erick Díaz, vicario de la Parroquia San José en Matiguás.
Según el religioso, fueron nueve las personas detenidas la mañana del sábado 7 de julio, horas después que pobladores autoconvocados abandonaron un tranque que sostenían frente al cementerio municipal.
“La caravana de la muerte llegó con armas de alto calibre, armas de guerra y fueron casa por casa buscando, y se trajeron a la gente que nada tenía que ver con las protestas”, mencionó el padre Díaz.
Benjamín Aráuz e Israel Antonio Mendoza fueron liberados el mismo día. A los otros siete los llevaron a Matagalpa, sin que sus familiares supieran.
Mildred Raque Urbina, de 26 años, fue una de las detenidas. Ese día, su mamá María Isabel Urbina, declaró que “solo por levantar una bandera azul y blanco se la llevaron detenida, amarrada, la desnudaron, la golpearon, no sabemos el destino de ellos o para dónde se los llevaron”.
Los paramilitares también detuvieron con violencia al taxista Julio César Rocha Castellón, de 48; Armando José Ramos Tórrez, de 30; Hilton Herrera y Uriel Pavón o Poveda, de edades no precisadas, quienes fueron llevados a la Policía en Matagalpa.
Familiares de algunos de ellos fueron este lunes a la filial en Matagalpa del Cenidh, donde relataron diversos abusos cometidos por los paramilitares que allanaron las casas de los detenidos, incluso llevándose diversos objetos y dinero en efectivo.
De la casa de los primos Léster y Kevin, los paramilitares habrían sustraído 100,000 córdobas y 3,000 dólares en efectivo. Además dañaron cámaras de seguridad y otros objetos.
Humillados
Cuando los detuvieron en Matiguás, la Policía los desnudó y les quitó sus pertenencias, relató el taxista Rocha, agregando que después les dieron los pantalones para llevarlos a Matagalpa, donde los policías les decían: “tranquistas mierdas, se van a podrir en El Chipote”.
En la unidad departamental de la Policía los volvieron a desnudar, les cortaron los pantalones, dejándoselos como shorts, y descalzos los metieron al calabozo, que según Rocha, estaba inundado de excremento y orina; mientras que a Mildred la llevaron a otra celda.
“Tuvimos que sacar toda la mierda con las manos, aguantando el asco y echarla al pasillo”, dice Rocha, agregando que a uno de los jóvenes estadounidenses le habían dejado los calcetines, los cuales usaron también para tratar de limpiar un poco el calabozo.
Mientras se turnaban para intentar sentarse un poco, un policía llegaba a lanzarles agua con un balde. Aunque los llamaban “terroristas”, la Policía los sacó la noche del lunes. “Nos sacaron sin entregarnos nuestras pertenencias”, dijo Rocha.
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