Un hombre murió y varias personas resultaron heridas de bala durante un ataque la noche de este sábado y la madrugada de este domingo en varios puntos de Matagalpa, principalmente al suroeste de la ciudad, donde pobladores mantienen tranques y barricadas como forma de protesta contra el gobierno de Daniel Ortega.
El primer incidente ocurrió cerca de las 6:00 de la tarde de este sábado cerca de la esquina noroeste del estadio Chale Solís, en el barrio El Cementerio. El ataque a balazos puso en alerta a quienes resguardan las barricadas y a una parte de los pobladores que finalizaban una marcha en la catedral de Matagalpa. Estos últimos se movilizaron hacia el sitio del tiroteo.
Lo pobladores que se mantienen en los tranques aseguran que fueron atacados a balazos con fusiles AK por un grupo de personas en el sector de la clínica de la Policía, ubicada frente al costado norte del estadio, la cual tienen tomada desde el pasado 19 de junio. Además sostienen que los agresores huyeron a la casa de Ángela de Soza, sin embargo, quienes estaban en la vivienda dijeron a los vecinos que ellos miraban televisión cuando llegaron a atacarlos.
Desde la vivienda disparaban ráfagas de fusil AK, mientras que los autoconvocados respondieron con morteros y usaron una pala mecánica para intentar derribar la pared frontal del inmueble. También lanzaron bombas molotov sobre el techo, pretendiendo incendiar la vivienda.
Inicialmente había sido reportado que el conductor de la maquinaria de construcción huyó y la dejó abandonada, pero la mañana de este domingo un hombre apareció muerto en el vehículo por heridas de bala. La casa quedó con daños estructurales.
Mientras tanto, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Matagalpa (CBVM) confirmó el traslado de Humberto Matamoros Picado, de 28 años, hacia un centro asistencial. Este fue herido de bala en la parte izquierda del tórax. Una ambulancia del CBVM permanecía cerca del sitio y los pobladores salieron de sus casas sonando cazuelas, en rechazo al ataque.
Horas más tarde, hubo balaceras en diferentes puntos de la ciudad, particularmente en la zona céntrica, mientras que al suroeste los manifestantes en las barricadas detonaban morteros en señal de alerta.
Sin embargo, después de la medianoche, los paramilitares y policías incursionaron por la zona sur de la ciudad y desde diferentes esquinas atacaron hacia las barricadas. Las detonaciones de armas de alto calibre mantuvieron en zozobra a la población. Las paredes y techos de varias casas en los sectores del barrio Otoniel Aráuz y El Cementerio tienen impactos de bala.
Reportes extraoficiales señalan que de los ataques en la madrugada de este domingo al menos uno de los jóvenes de las barricadas fue herido de bala en la cadera y otros tres paramilitares también fueron lesionados.
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