William Daunny González Rugama, el niño de un año y medio baleado presuntamente por la Policía en Matagalpa, continúa recuperándose satisfactoriamente y ya fue dado de alta en el hospital de Managua donde le atendían, aunque junto a sus padres permanece en la capital para seguir con las valoraciones médicas.
“Ya le dieron de alta, gracias a Dios (…) no ha sanado todavía esa herida en la gargantita, pero ha mejorado muchísimo”, confirmó Enecilia Mairena Castro, la abuela materna del niño, contando que el sábado 30 de junio le retiraron “los tubos” que William tenía conectados para respirar.
Mairena Castro fue el lunes a Managua, para llevar a los tres hermanitos mayores de William y verlo por primera vez desde aquél 15 de mayo cuando lo vio ensangrentado, al borde de la muerte.
“Me siento feliz, no sabe cuánto se me ha quitado de encima, ver al niño correr, travesear, hacerle huelga a la mamá, porque apenas la ve que ella se alista entonces él corre y se le tira como quien dice: ‘no te vayás o llevame’, en fin, estoy feliz”, dice emocionada Mairena Castro.
Agrega que, “cuando le quitaron los tubos, la primera palabra que pronunció fue ‘ayuda’. Y es que al momento del tiro, todo el mundo gritó pidiendo ayuda. Tal vez se le grabó eso en la cabecita”.
Bala impactó en la barbilla del bebé
El bebé fue herido por una bala que le impactó en la barbilla y se le alojó en la garganta, la tarde del 15 de mayo, durante la represión de policías y fuerzas de choque oficialistas contra manifestantes que llevaban días atrincherados en al menos 36 barricadas en distintos barrios al suroeste de Matagalpa.
El niño y sus hermanos (de diez, siete y tres años), estaban con su abuela materna, Enecilia Mairena Castro, en la casa que está alquilaba en el barrio Francisco Moreno, aproximadamente 100 metros al oeste del comisariato de la Policía, adonde llegó a acompañarles Marcos Molina Velásquez, padre de los tres niños mayores.
Ambos adultos contaron que ese día, la casa fue afectada por gases lacrimógenos y los niños estaban aterrorizados también por la balacera y estallido de morteros, por lo que Mairena Castro se acostó con ellos en un colchón a ras del piso embaldosado. Más tarde, William se levantó y fue a los brazos de Molina.
Al instante, una bala atravesó una pared de tablas y otra de piedras canteras, impactando al niño en la barbilla. Molina corrió con el bebé en brazos, bajo la balacera, buscando ayuda para llevarlo al hospital de Matagalpa.
Meyling Lorena Rugama Mairena y William González, padres del niño, estaban en Costa Rica. Ellos volvieron y el 21 de mayo el niño fue trasladado a un hospital de Managua.
Requieren ayuda
Aunque enfrentó múltiples complicaciones, debido al balazo que recibió, el bebé “ha reaccionado bien, ya habla bien, juega y Dios quiera que no tenga secuelas en el futuro”, comentó Molina Velásquez.
Desde el lunes 2 de julio, William está con sus padres y tres hermanitos en Managua y, según Mairena Castro, “solo la mano de Dios los ha sostenido, nunca falta una mano generosa y una familia los ha acogido, dándoles posada”.
Sin embargo, los padres de William no han podido encontrar empleo y el niño también requiere de cuidados especiales.
Mairena Castro dice, para recibir apoyo, su hija Meyling Lorena Rugama Mairena, madre del niño, abrió cuentas en córdobas en el BAC, con el número 363065202 y en el Banpro con el número 10020100107065.
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