Quedó sin definir la fecha en que será continuado el juicio que Crisanto Soza Flores enfrenta en Matagalpa por homicidio en perjuicio de Jarvin Urbina Pérez, un vigilante a quien presuntamente mató de un balazo en el rostro, hace cinco años, afuera de un bar de la ciudad de Río Blanco, departamento de Matagalpa.
Estaba prevista la continuación del juicio para este martes 8 de mayo, pero Jaime Gómez García, defensor particular de Soza, llegó retrasado y justificó motivos de salud, por lo que la titular del Juzgado Primero de Distrito Penal de Juicios en Matagalpa, Claudia Sánchez debe determinar cuándo continuará el proceso.
Soza fue acusado inicialmente junto a su hijastro Santos Nicolás Pérez Palacios por el homicidio ocurrido al atardecer del 18 de marzo de 2013, afuera de un bar en el barrio 3-80 de Río Blanco. Todo fue filmado con un celular por una testigo.
Cuando inició el juicio, el 23 de abril reciente, el abogado Gómez dijo que demostrará que en realidad fue Pérez Palacios quien realizó el disparo contra Urbina.
Sin embargo, Pablo Urbina Sotelo, padre de la víctima, presenció el crimen y testificó en juicio que Pérez Palacios tumbó a Urbina Pérez, “le prensó los brazos y Crisanto le metió la pistola en la boca y le realizó el disparo”.
Urbina Sotelo andaba vendiendo raspados y refrescos en la calle cuando vio lo que pasaba con su hijo, quien logró decirle que todo habría comenzado porque presuntamente le robaron 7,200 córdobas.
Por este caso, la Fiscalía presentó la acusación el 22 de marzo de 2013. Pérez Palacios había sido detenido, pero la Policía lo liberó poco después; mientras que Soza enfrentó una audiencia inicial con modalidad de preliminar el 30 de julio de ese mismo año y la acusación fue inadmitida porque incumplía requisitos.
Pero, la Fiscalía acusó nuevamente y el 3 de enero de este año, Soza enfrentó la audiencia preliminar y ahora enfrenta el juicio.
Según la acusación, el día del crimen, Urbina llegó ebrio al bar de Reyna Isabel Palacios Martínez —madre de Pérez Palacios y pareja de Soza— y “en represalia porque no le quisieron vender licor”, tiró piedras hacia el interior del negocio, quebrando una roconola.
Pérez y Soza salieron. El primero lo habría atacado a puñetazos y el último habría realizado dos disparos al piso, cerca de los pies de Urbina y posteriormente le asestó el tiro en la cara.
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