Fray José Javier Lemus tomó posesión como párroco de la parroquia Inmaculado Corazón de María o Iglesia de San José en Matagalpa, el 19 de marzo por la noche, durante la misa en honor al Patriarca de la Iglesia que presidió monseñor Rolando José Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, acompañado por la fraternidad franciscana y por otros sacerdotes.
De esta forma Fray José Javier queda a cargo de la parroquia que por seis años fue dirigida por Fray Roberto González, quien ha sido trasladado a la parroquia Nuestra Señora de Fátima en Managua.
“San José custodia los misterios de la infancia de Jesús, custodia el Inmaculado corazón de María, y la Iglesia”, recordó el Obispo durante la homilía, agregando que la custodia de la Iglesia tiene dos rasgos: La sensibilidad del discernimiento y el Cristo centrismo.
Hablando sobre el primer rasgo dijo que José es un vivo ejemplo de la persona que siempre descubre la voluntad de Dios, el paso del Señor en la vida y en la historia, esto se encuentra en el Evangelio donde se relata que cuando pensaba dejar a María para no ponerla en evidencia, se le aparece el ángel quien lo invita a no dejar a la Virgen porque concebirá a Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo. De esto “aprendemos que quien discierne permanentemente la voluntad de Dios mediante la oración muy difícilmente se equivoca”.
Cristo centrismo: “Es decir Cristo en la atención, en el centro de San José, es más el Evangelio de esta fiesta relata: Cristo vino al mundo de la siguiente manera… Es un pasaje cristológico, Cristo céntrico, todo se centra en Jesucristo, y José al igual que la Virgen María tienen en el centro al salvador del mundo”, por tal razón “esta fiesta que celebramos no queda únicamente en la custodia de San José; el Señor quiere transmitirnos la responsabilidad de ser custodios del hermano, del prójimo, todos debemos sabernos y sentirnos custodios unos de otros”, recordó.
Al referirse a la toma de posesión del nuevo párroco, monseñor Álvarez, expresó que Fray José Javier toma la responsabilidad de “ser custodio de ustedes, y ustedes custodios de él, cuidándolo con amor, amándolo profundamente, que a él como párroco no le falte el amor de Cristo, de María Santísima y del pueblo, por eso nuevamente les pido: Cuiden a Fray y a la comunidad Franciscana que sirve en esta parroquia”, reiteró.
Seguidamente motivó a los matrimonios y a las familias a custodiarse también ellos a ejemplo de San José, acercándose unos entre otros con amor y sin miedo manifestándose el cariño, la cercanía y amistad, porque “ya no les llamo siervos sino amigos”.
“Matrimonios cuídense como un tesoro, pues quien ha encontrado un amigo ha encontrado un tesoro, igual padres de familia sepan custodiar a sus hijos que un día ellos los custodiarán a ustedes. Qué bonito todos en la Iglesia custodiándonos, que no se escuchen frases feas y lamentables, que los otros se sientan acogidos como hermanos y familia de Dios”, expresó.
Finalmente instó a custodiar el corazón de toda ambición, envidia o vicios resistiendo firmes en la fe, por eso “pidamos a San José custodio de los misterios de salvación, nos ayude a nosotros para ser custodios unos de otros”.
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