Dos mujeres, todavía sin identificar, estaban entre las seis personas que el Ejército calificó como delincuentes y que murieron tras un supuesto enfrentamiento contra soldados del Sexto Comando Militar Regional (SCMR) el pasado domingo en La Cruz de Río Grande, Región Autónoma de la Costa Caribe Sur.
Imágenes del sitio, suministradas a LA PRENSA por una fuente que prefiere el anonimato por temor a represalias, muestran los seis cuerpos distantes a varios metros entre sí, perforados por balas en un potrero y algunos pobladores agrupados observan asombrados.
Una de las mujeres muertas usaba pantalón negro, botas de hule y una camisa camuflada, la cual estaba desabotonada y abierta. La otra mujer vestía pantalón azul y una blusa azul con puntos claros.
De los hombres, uno vestía un pantalón desteñido, usaba una faja con una hebilla grande. Otro usaba un pantalón negro y dos más con pantalones camuflados. Todos sin camisa y con botas de hule.
Con signos de quemaduras
En las imágenes se aprecia que al menos tres de los varones tenían signos de quemaduras, como si les hubiesen prendido fuego. Uno de los que usaba pantalón pinto, tenía un brazo cercenado, presuntamente por un balazo.
Hasta ahora, el Ejército solo ha identificado entre los fallecidos al líder de la agrupación, Rafael Pérez Dávila, conocido por el seudónimo de “comandante Colocho”; mientras que los otros cinco muertos, incluyendo a las dos mujeres, fueron sepultados sin que pudieran precisar la identidad de cada uno.
En las redes sociales han sido compartidas algunas fotografías de los cuerpos, indicando que presuntamente se trataba de una misma familia: “la ‘banda delincuencial’ era conformada por el padre, la madre, dos adolescentes y un amigo de la familia”, refiere la publicación, pero tampoco identifica a las víctimas.
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