Por el delito de femicidio fue acusado Larry Antonio Alaniz Suazo, de 26 años, quien es hasta ahora el principal sospechoso de haber asesinado de un balazo a la jinotegana Ana Karina Rizo, el 11 de octubre recién pasado en Jinotega.
Alaniz Suazo lleva una semana detenido, sin embargo, la Fiscalía presentó la acusación hasta en la mañana de este lunes 23 de octubre, calificando preliminarmente el delito como femicidio, aunque inicialmente las autoridades policiales lo calificaron como asesinato.
De manera que la titular del Juzgado especializado en violencia de género en Jinotega, Engracia Inés Flores, tramitará el proceso judicial.
La acusación fue presentada hace unos minutos y todavía no ha sido posible obtener copia, por lo que se desconoce si la Fiscalía imputó el cargo de portación o tenencia ilegal de armas de fuego, considerando que la Policía dijo la semana pasada que el arma usada en el crimen Alaniz la portaba de manera ilegal.
De acuerdo con las averiguaciones policiales, después de matar a Rizo en el Llano de La Cruz, al norte de la ciudad de Jinotega, la noche del 11 de octubre, el sospechoso Alaniz llevó el cuerpo de la mujer hasta la comunidad La Corneta, al límite entre los municipios de Sébaco, Matagalpa y Jinotega, donde lo lanzó a una alcantarilla. Vecinos del lugar hallaron el cadáver el 12 de octubre.
Alaniz fue detenido el 16 de octubre y al día siguiente, admitió ante periodistas en Jinotega que, con un revólver calibre 38, asestó un tiro en la sien a Rizo, según él, porque recibía amenazas de que si no lo hacía le matarían “uno a uno” a los miembros de su familia.
El sospechoso señaló a un hombre al que identificó como Dewin Herrera de amenazarlo y hasta de haberle ofrecido 10,000 dólares por matar a Rizo.
Herrera también había sido detenido por la Policía, pero lo liberaron el viernes 20 de octubre por falta de evidencias que lo vincularan con el caso.
El 17 de octubre, cuando dio por esclarecido el caso y presentó a Alaniz ante periodistas, sin referirse directamente a los señalamientos del sospechoso sobre Herrera, el jefe departamental de la Policía, comisionado general Marvin Castro, aseguró que las indagaciones siguen abiertas y “el caso no lo hemos cerrado, no está claro todavía el móvil del hecho… les ampliaríamos en los próximos días”.
Herrera, un regordete de 40 años, nacido en San Rafael del Norte y residente en el municipio de Jinotega, presuntamente en alguna ocasión fue compañero de trabajo de Rizo y Alaniz.
“Me amenazaban con mi familia, que me la iban a matar uno por uno y después, cuando yo me negaba, hasta me ofrecieron reales para que lo hiciera”, expresó Alaniz sobre Herrera, asegurando que eso habría pasado porque “la Karina lo estaba presionando de que le iba a decir a Bayardo Aráuz que él (Herrera) le robaba grandes cantidades de dinero”.
Lo que dijo la Policía
Antes de las declaraciones de Alaniz, el comisionado general Castro confirmó que el revólver usado en el crimen, el sospechoso lo portaba ilegal y lo había “traspuesto” (ocultado) en la casa de su padre Pedro Antonio Alaniz Villagra en la comunidad Las Cuchillas, donde lo ocupó la Policía.
Hasta ahora se desconoce si en la acusación presentada este lunes, la Fiscalía imputó el delito de portación ilegal de armas de fuego.
Posteriormente, según Castro, los investigadores allanaron la casa del sospechoso, en la segunda etapa del barrio Los Encuentros, en Jinotega, y en un garaje estaban dos vehículos. Una camioneta azul, con placa M 021821 en cuyo asiento del copiloto había “abundantes manchas hemáticas y fibra de cabello”, dijo el mando policial.
Agregó que en un segundo vehículo, una camioneta roja de tina, placa JI 7808, había una camisa a cuadros multicolor, propiedad de Alaniz, la cual tenía también abundantes manchas de sangre.
Mientras que en el interior de la casa, la Policía encontró “objetos relacionados con el caso”, dijo Castro, sin precisar cuáles eran esos artículos.
A pocos metros de llegar a su casa
De acuerdo con las pesquisas policiales, Rizo estuvo el 11 de octubre en un gimnasio donde practicaba zumba. Caminó junto a su amiga Juana Francisca Chavarría, de quien se separó a las 7:40 p.m. en la esquina noroeste del hospital Victoria Motta, para irse a sus respectivas casas.
Rizo estuvo a pocos metros de su casa, en el barrio Róger Hanguien, pero en la esquina cercana, la habría alcanzado Alaniz en la camioneta con placa M 021821 y, según Castro, la invitó a ir a un restaurante en la comunidad Las Lomas.
Pero, al pasar por el Llano La Cruz, al norte de la ciudad de Jinotega, adentro del vehículo Alaniz sacó el revólver y asestó el balazo en la sien a Ana Karina, provocándole la muerte de manera inmediata.
Acto seguido, según castro, Alaniz retornó hacia la carretera al empalme El Guayacán, lanzando el cuerpo a la alcantarilla y después condujo por esa vía hasta Matagalpa y regresó a Jinotega por la carretera tradicional o vieja entre ambas ciudades norteñas, hasta llegar a su casa donde escondió el vehículo.
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