Retenido y bajo investigación en las celdas preventivas de la unidad departamental de la Policía, se encuentra Dewin Martín Herrera García, porque Larry Antonio Alaniz Suazo lo implicó como presunto autor intelectual del asesinato de Ana Karina Rizo, cometido la semana pasada en Jinotega.
Sin embargo, en una conferencia este martes 17 de octubre, cuando presentó a Alaniz como sospechoso del crimen, el jefe departamental de la Policía en Jinotega, comisionado general Marvin Castro, no se refirió a la supuesta participación de Herrera en la muerte de Rizo, aunque señaló que las indagaciones siguen abiertas.
“El caso no lo hemos cerrado, no está claro todavía el móvil del hecho… les ampliaríamos en los próximos días”, dijo Castro.
Por su parte, Alaniz, de 26 años, admitió ante periodistas en Jinotega que con un revólver calibre 38 asestó un balazo en la sien a Rizo, presuntamente bajo amenazas de Herrera, de quien dijo que además habría planificado el crimen y hasta le habría ofrecido diez mil dólares para que cometiera el crimen.
Herrera, un regordete de 40 años, nacido en San Rafael del Norte y residente en el municipio de Jinotega, lleva casi una semana sin ser visto por sus vecinos, quienes lo describen como un hombre “tranquilo que vive con su esposa y dos hijos.

El viernes 13 de octubre fue la última vez que los vecinos vieron a Herrera en el barrio. Una fuente extraoficial señaló que ese día lo habrían detenido mientras estaba, supuestamente, en un bar de Jinotega.
Herrera presuntamente fue compañero de trabajo de Rizo y Alaniz. “Me amenazaban con mi familia, que me la iban a matar uno por uno y después, cuando yo me negaba, hasta me ofrecieron reales para que lo hiciera”, expresó Alaniz sobre Herrera, asegurando que eso habría pasado porque “la Karina lo estaba presionando de que le iba a decir a Bayardo Aráuz (ex empleador) que él (Herrera) le robaba grandes cantidades de dinero”.
Antes de ser asesinada, Rizo trabajaba en una ferretería; en tanto, Alaniz se dedicaba a comercializar café. Según el sospechoso, ambos mantenían comunicación.
Rizo fue asesinada la noche del 11 de octubre en Llano de La Cruz, al norte de la ciudad de Jinotega, y el cuerpo fue encontrado la tarde del día siguiente a 500 metros al este del caserío La Corneta, en una alcantarilla llamada Piedra Bruja, en los límites entre los municipios de Sébaco, Matagalpa y Jinotega.
Alaniz contó que “un día antes (10 de octubre), Dewin me había llamado y me había dicho que hiciéramos todo como sucedió y pasó lo que pasó (…) Yo tenía comunicación (con Rizo), pero el día que sucedió eso (11 de octubre) el que la había llamado y todo había sido Dewin, él me dijo adonde estaba, él había llegado conmigo y eso fue lo que pasó”.
Además, el sospechoso relató que presuntamente Herrera “me estaba ofreciendo diez mil dólares, pero no hubo pago ninguno” por cometer el crimen.
“Claro que sí, me arrepiento y le pido perdón a su familia y espero que me comprendan que todos tenemos errores en la vida”, expresó Alaniz.
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