Comenzaba la audiencia de juicio, cuando Adela Castillo Rocha y su sobrino Byron Rayo Castillo decidieron admitir su responsabilidad por diversos delitos relacionados con el asesinato de Marisol López Rodríguez y por los cuales fueron condenados a 55 años de prisión, el martes 26 de septiembre en Jinotega.
Inicialmente, los acusados dijeron que cambiarían la asistencia del defensor público Darwin Jarquín para ser representados por un abogado particular que no llegó; pero luego decidieron admitir los hechos.
Castillo pretendió justificar que mandó a su sobrino a matar a Marisol porque “mi compañero me da mala vida”, aunque expresó estar “arrepentida”.
“Yo cometí eso, de decirle a él (Rayo) que me ayudar en esa parte de que le quitara la vida a ella”, dijo Castillo.
En tanto, Rayo expresó: “ella confesó (Castillo) y eso fue lo que pasó, ella me buscó para que le fuera a hacer ese trabajo, me insistió hasta que me hizo ir adonde fuimos… me siento arrepentido de haber hecho eso. Llegué a la casa (de Marisol) y le di… lo que está hecho, está hecho y no hay nada que hacer”.
Ante esas declaraciones y realizando el debido control de legalidad, la juez especializada en violencia de género en Jinotega, Engracia Inés Flores, declaró la culpabilidad de los procesados.
Tras la audiencia de debate de pena, Flores adelantó las condenas que impondría contra los acusados en la sentencia que notificará el 4 de octubre próximo y las cuales totalizan 55 años de prisión, contra Castillo como autora intelectual y contra Rayo como autor material.
Detalles novelescos
La acusación contra ellos incluyó detalles novelescos: Marisol habría sido asesinada “equivocadamente” por cuanto el objetivo era asesinar a la hermana de esta, Alba Nubia Herrera López.
Según la Fiscalía, desde 2005 hubo una relación marital entre Castillo y Roberto Antonio Montenegro, quienes residían en Santa Teresa de Kilambé, en San José de Bocay, Jinotega, donde tuvieron dos hijas.
Pero, en 2009, Roberto comenzó una relación simultánea con Alba Nubia, con presunto conocimiento de Adela. Entre separaciones con cada una, el hombre mantuvo la vida marital con ambas, hasta que el 13 de mayo de este año, Adela presuntamente propuso que lo dejaría en paz, que “solamente le pediría que le ayudara con las niñas o le diera una manzana de tierras o le entregara 50,000 córdobas”.
Adela se fue de la casa en Santa Teresa y el mismo 13 de mayo, a petición de Roberto, Alba Nubia regresó a vivir con él en la misma vivienda “olvidando las advertencias de Adela Castillo de mandarla a matar”, describe la acusación.
Entre otros detalles, la acusación señala que el 12 de agosto, Adela se habría reunido con su sobrino Byron Rayo, en la casa de una familiar de ambos en Jinotega, para planificar el asesinato de Alba Nubia.
Adela llamó a Roberto diciéndole que se encontraran en el poblado de El Cuá, para entregarle a la hija mayor de ambos y que también quería ver a la niña menor que él tenía bajo su tutela. El objetivo, según la acusación, era que Alba Nubia quedara sola en la casa con la niña de cuatro años que esta tenía con Roberto.
Pero, Alba Nubia quiso aprovechar para ir a visitar a su abuela Francisca López en la comunidad La Camaleona y pidió a su hermana Marisol que le cuidara a la niña y la casa.
Marisol, con ocho meses de embarazo, aceptó. Su hijo de tres años y su sobrina de cuatro, miraban televisión. Ella se sentó a desgranar maíz. Byron llegó creyendo que era Alba Nubia y con un palo la golpeó en distintas partes, en presencia de los niños y sin importarle el embarazo de la muchacha.
“Aumentando deliberadamente el sufrimiento de la víctima”, dice la acusación, el hombre procedió a machetearla en la cabeza, desfigurándole el rostro y amputándole una mano. Además le provocó el aborto de la niña que gestaba. Acto seguido, quiso matar al niño de tres años, a quien persiguió lanzándole machetazos sin poder alcanzarlo, pues unos vecinos auxiliaron al niño y el hombre huyó entre montañas.
Cargos y condenas
La juez Engracia Inés Flores impuso la condena de 30 años de prisión contra Adela Castillo y Byron Rayo por el delito de asesinato agravado y seis años de prisión por aborto sin consentimiento en perjuicio de Marisol López Rodríguez.
Además los condenó a seis años y medio de prisión por asesinato en grado de tentativa en perjuicio de Alba Nubia Herrera y a 12 años y medio de prisión por asesinato agravado en grado de frustración en perjuicio del niño de tres años a quien Rayo habría perseguido lanzándole machetazos.
La Fiscalía también les imputaba el delito de lesiones sicológicas leves en perjuicio de una niña de cuatro años que presenció los hechos, pero la juez Flores no se pronunció sobre ese ilícito.
30 años de prisión es la pena máxima establecida por la Constitución Política de la República de Nicaragua y es el tiempo que deberán cumplir Castillo y Rayo en el Sistema Penitenciario Regional de Waswalí en Matagalpa.
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