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Variando el ángulo para soltar sus picheos: curva, recta, cambio y sinker -una especie de bola rápida descendente-, el diestro Lurgen Rayo dio señales de recuperación y obtuvo la mejor efectividad entre los lanzadores de los Indígenas de Matagalpa en la reñida serie que los Flecheros sostuvieron ante los Indios del Bóer, en la cual cayeron 1-3.
Lurgen tuvo dos breves aperturas en la serie. El sábado 10 de junio abrió en Managua y en dos entradas admitió dos imparables y solo una carrera, afectado principalmente por un lanzamiento descontrolado que permitió el avance de Edgard Montiel a la intermedia, previo a un hit impulsador de Jass Vargas, ya con dos outs en el segundo inning.
La lluvia interrumpió el juego durante dos horas y 26 minutos, por lo que no pudo continuar en el desafío, ganado posteriormente por los capitalinos 6×5 en diez entradas.
Mientras que en el último juego de la serie, Lurgen abrió y en tres entradas pintó ceros admitiendo solo dos indiscutibles y otorgando una base por bolas. Dejó a su equipo en ventaja de 1×0, pero ya no salió a lanzar en la cuarta entrada debido a la cantidad de lanzamientos realizados en ambos partidos y en la preparación previa a cada juego.
De manera que, en cinco episodios, el diestro dariense solo admitió cuatro hits y una carrera en cinco entradas, con una base y dos ponches, obteniendo una efectividad de 1.80, bastante notable considerando que el picheo de los Indígenas acumuló una efectividad colectiva de 5.40 en los cuatro desafíos ante el Bóer, un equipo que antes de la serie tenía el segundo mejor promedio ofensivo de la Liga (.311) solo detrás de los Dantos (.325).
Asimismo, la ofensiva capitalina llegó a la serie con 359 carreras anotadas en 55 juegos, un promedio de casi siete anotaciones por partido.
Sin embargo, aunque los Indios ligaron 51 imparables en la serie, fueron limitados a solo 21 carreras, un promedio ligeramente superior a cinco por juego.
Francisco Valdivia en un relevo de dos entradas y Laureno Matamoros en un inning, fueron los únicos que no permitieron carreras al Bóer y mantuvieron en 0.00 su efectividad en la serie.
Carlos Dariel Rayo, el hermano menor de Lurgen, tuvo balance de 1-1 en la serie, relevando en dos partidos en los cuales acumuló 2.1 innings y admitió solo una carrera, para una efectividad de 3.86.
Daniel en la ofensiva

Mientras el Bóer disparó 51 imparables con nueve dobles y tres jonrones en la serie, los Indígenas apenas batearon 30 “flechazos”, con seis dobles y dos vuelacercas.
Los Flecheros dirigidos por Sergio Mena fueron un poco más oportunos y supieron aprovechar los 20 boletos recibidos en la serie, sobre todo los ocho que les dieron en el último desafío que ganaron 10×2.
Daniel Hernández y Julio Escobar batearon de 9-3 cada uno (.333) en la serie, pero el patrullero derecho fue un poco más incidente con cuatro bases recibidas, dos anotadas, dos producidas y un sacrificio.
Martín Espinoza fue el que más imparables conectó (5) en la serie; sin embargo, los cinco cohetes los consiguió en los primeros dos partidos en Managua (de 9-5) y desaceleró en la doble jornada del domingo (de 7-0), por lo que su promedio fue de .313 (de 16-5), aunque remolcó cuatro carreras y anotó tres, dando además un “Flechazo de vuelta entera”.
Marvin Treminio solo tuvo dos turnos oficiales y ligó un imparable (.500), recibió dos bases y anotó dos carreras.
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