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Cualquier pelotero o equipo atraviesa por buenos y malos momentos, rachas positivas o “Hot Hand” y rachas negativas “Cold Hand”, aunque son condiciones de bajo valor predictivo porque es de esperarse que el jugador o el conjunto volverá siempre a sus números habituales.
Los Indígenas de Matagalpa tuvieron un serio bajón ofensivo, mientras su cuerpo de lanzadores, particularmente los relevistas, navegaron en la inconsistencia durante el primer mes de la temporada.
Sin embargo, los ajustes realizados por el manager Raúl Marval y sus técnicos tuvieron resultados en la última serie de los Flecheros contra los Naranjeros de Chinandega y, por primera vez, la Tribu consiguió batear sobre .300 de promedio colectivo en una serie de cuatro partidos, mientras el picheo mejoró la efectividad colectiva respecto de las cuatro series anteriores, un indicativo de que Matagalpa está entrando en su “Hot Hand”.
Una idea del repunte norteño es que de los 10 bateadores que tuvieron acción contra los occidentales, seis consiguieron un promedio superior a .333 y cuatro de ellos estuvieron encima de .400.
Fausto Suárez (.500), ubicado en la parte baja de la alineación y el novato Walter Castrillo (.400) tuvieron un desempeño notable contra los chinandeganos; mientras Evert Andino (.467 y cuatro impulsadas), el máximo remolcador de los Flecheros en la temporada anterior, comenzó a encontrar compañeros en los senderos.
Picheo, OK ante Chinandega
Mientras tanto, el picheo también dio signos de mejoría, admitiendo un promedio de tres carreras cada nueve entradas contra los occidentales que tenían un promedio de .279 en bateo colectivo.
Sus tres abridores caracterizados: Wilder, Wilfredo y Berman, en ese orden, tuvieron “aperturas de calidad”, un parámetro que ocurre cuando el abridor logra al menos seis entradas soportando tres o menos carreras.
Marval experimentó con Inocencia Laguna como cuarto abridor y el joven de San Isidro respondió con cuatro entradas sólidas y aunque admitió dos carreras, merecía mejor suerte en el resultado final.
En tanto, de manera general, los relevistas tuvieron actuaciones aceptables, solo opacadas por un par de circunstancias bastante específicas.
El repunte ofensivo y la mejoría del picheo contra Chinandega es destacable considerando los números globales durante la campaña.
Antes de la serie contra los occidentales, la Tribu septentrional tenía un promedio colectivo de .249, pero después del fin de semana, el bateo colectivo mejoró a .264. Mientras que la efectividad colectiva, de 4.80 antes de la serie contra Chinandega, mejoró a 4.45.
Los números indican el inicio de la “Hot Hand” para los Indígenas, un equipo cuyos aficionados son cada vez más exigentes, estimulados porque Matagalpa tiene la franquicia más exitosa de este siglo en el beisbol superior nicaragüense.
Balance similar a 2016
Aunque el balance de 9-11 de las primeras cinco series puede verse con cierta preocupación, sobretodo porque hubo partidos que los Indígenas tuvieron oportunidad de ganar, es válido también considerar diversos aspectos.
El calendario de juegos dio a Matagalpa un inicio de temporada contra equipos que según todos los pronósticos deben avanzar sin problema a la segunda ronda y que por los antecedentes históricos, desde 2009 cuando empezó la nueva etapa de los Pomares, han sido rivales difíciles para la Tribu norteña.
Incluso, el balance de 9-11 que tienen los Indígenas en la primera vuelta del Pomares 2017, es similar al que los Flecheros consiguieron en la primera ronda de 2016 (9-10) contra los mismos rivales: Carazo, Chontales, Dantos, León y Chinandega.
Los Cafeteros, un equipo al que Aníbal Vega ha inyectado entusiasmo y coraje, este año venció 3-1 a los Indígenas, igual que en la primera ronda de 2016. Desde 2009 están 21-19 a favor de Carazo.
Matagalpa ganó 3-1 la serie contra Chontales, un equipo hostigoso a la ofensiva y con picheo abridor solvente. El año pasado los Toros ganaron 2-1 porque hubo un partido no realizado por lluvia. Desde 2009 están 26-17 a favor de Matagalpa.
Luego, los Indígenas enfrentaron a la ofensiva más temida de la Liga. Nivelaron 2-2 con los Dantos, un equipo sobre el cual han ejercido un amplio dominio en temporadas regulares y el año pasado los doblegaron 3-1. Desde 2009 están 21-11 a favor de Matagalpa.
Siguió la serie contra León, con el mejor picheo de la Liga. Los melenudos ganaron 3-1 y el año pasado estuvieron parejos 2-2. Desde 2009 están 26-23 a favor de León, aunque Matagalpa ha ganado partidos claves.
Mientras que con Chinandega, los norteños nivelaron 2-2 en 2016, igual que en la serie del fin de semana reciente. Y desde 2009 están “taco a taco” 22-22.
Los cinco rivales encabezan las tablas este año: Dantos (15-5) y León (14-6) son 1 y 2 en el Grupo A, con solo un juego de diferencia; Chinandega (11-9) es segundo en el Grupo B, a un juego del Bóer (12-8); mientras Carazo y Chontales están empatados con Rivas (11-9) en el segundo puesto del Grupo C, a dos juegos de la Costa Caribe (13-7).
De hecho, la Costa Caribe es el próximo rival de Matagalpa. Jugarán los cuatro partidos en Bluefields y en teoría será el último eslabón en la cadena de series difíciles para la Tribu que después, según el calendario, tendrá rivales menos complicados como Jinotega, que será la última serie antes del receso de Semana Santa. Después los Flecheros jugarán contra Rivas, Nueva Segovia, Boaco, Río San Juan, Estelí, Zelaya…
De momento, después del halagador fin de semana en el que los Indígenas comenzaron su “Hot Hand”, deben preservarlo ante la Costa.
“El béisbol es un noventa por ciento mental. La otra mitad es física”, afirmó Yogi Berra en una ocasión.
Y es que un jugador que cree que lo conseguirá todo tiene más posibilidades de hacerlo que otro que ve que todo va cuesta arriba, y ese factor tiene gran importancia en cualquier juego, se llama confianza.
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