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¿Cuál es la mejor estadística para medir la calidad de un buen bateador? ¿Cuál es la mejor estadística para medir la calidad de un buen lanzador?
La respuesta a estas interrogantes es bien sencilla y única: ninguna.
Resulta verdaderamente imposible medir todas las facetas de un pelotero con una sola de estas métricas, sobre todo teniendo en cuenta que el beisbol es uno de los deportes que más estadísticas acumula, tanto colectiva como individualmente.
Además, estas estadísticas están siendo complementadas y en algunas ocasiones cuestionadas por una novel tendencia de análisis conocida como Sabermetrics (sabermetría en español).
La sabermetría no es más que el análisis del béisbol a través de evidencia objetiva, específicamente a través de estadísticas, cuyo objetivo es medir las actividades que se suscitan dentro de un campo de juego de manera eficaz.
El infielder Toby Harrah, quien jugó durante 17 temporadas en Grandes Ligas entre 1969 y 1986, en una ocasión comparó las estadísticas del béisbol con el bikini, esa tan minúscula como atractiva prenda de baño femenina de dos piezas. “Los dos (estadísticas y bikinis) muestran mucho, pero no todo”, dijo Harrah. Y tiene mucha razón.
Los numeritos determinan los mejores del juego de manera individual o por equipos, además de ser el parámetro más exacto de productividad o efectividad en el beisbol.
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Las estadísticas son tan importantes, que ellas son las que en el fondo otorgan los contratos millonarios. Por ejemplo, un consecuente bateador optará para mejores salarios de acuerdo con los numeritos que logre año tras año.
El average de bateo de los jugadores a la ofensiva y la efectividad de los lanzadores han sido históricamente los parámetros con que la mayoría evalúa el rendimiento del pelotero.
Indígenas de Matagalpa
Matagalpa con los Indígenas tiene la franquicia más exitosa de este siglo en el beisbol superior nicaragüense. Sus aficionados, acostumbrados a un equipo ganador, se han vuelto cada vez más exigentes. El balance de 7-9 después de las primeras cuatro series han sido tema de debate.
El manager de la Tribu septentrional, Raúl Marval, ha buscado los ajustes incluso rotando la alineación, pero el bateo colectivo vuela bajo con .249 y solo tres “Flecheros” por encima de los .300 de promedio.
Demos un vistazo a cómo se comportan los Indígenas de acuerdo con el orden ofensivo en el que han sido ubicados.
Fausto Suárez ha sido el lead off en los 16 juegos y tiene 12 imparables en 61 visitas oficiales al plato para un promedio de .197.
Emilio Villegas, como segundo en el orden batea para .256 por 10 hits en 39 visitas al plato. Mientras que alineando como tercer bate tiene promedio de .231 por tres hits en 13 turnos.
Daniel Hernández ha sido utilizado como segundo bate (de 12-3 para .250); como tercero (de 3-0), como sexto (de 13-3 para .231) y como séptimo le va mejor (de 19-6 para .316).
Martín Espinoza ha estado como tercer bate (de 21-5 para .238), como séptimo (de 16-4 para .250) y como octavo en el orden (de 19-6 para .316).
Evert Andino, como tercer bateador (de 14-5 para .357); como cuarto bate (de 3-0) y como quinto (de 29-11 para .379).
Johnny Trewin, como tercer bate (de 4-1 para .250), como quinto (de 23-6 para .261), como sexto (de 25-10 para .400) y una vez como bateador emergente en la novena posición de la alineación y bateó un jonrón de tres carreras.
Jean Franco Flores, como cuarto bate (de 36-8 con media docena de ponches, ocho remolques, un jonrón y .222 de promedio); como sexto bate (de 5-0) y como séptimo (de 8-4 para .500).
Marvin Treminio como quinto (de 4-0), como sexto (de 7-2 para .286), como séptimo (de 8-4 con un jonrón para .500), como octavo bate (de 18-6 para .333) y una vez como emergente por el noveno bate (de 1-0).
Emmanuel Treminio, como noveno en el orden (de 19-4 para .211).
Mejores estadísticas ofensivas en casa
A los Indígenas les va un poco mejor ofensivamente cuando juegan en casa que en otros estadios. Aquí un comparativo:


Sobre el picheo
La inconsistencia en el bullpen ha sido un factor determinante. Seis lanzadores utilizados exclusivamente como relevistas tienen una alta efectividad de 7.34, lo que significa que admiten un poco más de siete carreras por cada nueve entradas.

Mientras que los abridores han mostrado mayor estabilidad y lanzan para 4.20 de efectividad, aunque en estos números se incluyen a los pícheres que han abierto al menos un partido (Lurgen Rayo y César Orozco) pero que luego han pasado al bullpen; así como el caso de Wilfredo Amador que también actuó como relevista en una ocasión.

Mucho se ha dicho que el “Calpuli” de los Indígenas, el estadio Chale Solís, es favorable para los bateadores. De hecho, los bateadores de los cuatro equipos que ha enfrentado Matagalpa, tienen un promedio de .293 en ese terreno.
Los 12 lanzadores de la Tribu tienen una efectividad de 5.32 cuando lanzan en casa y les va un poco mejor cuando van a otros estadios. Vea las tablas:


MOSAICO CSI[/vc_wp_text][/vc_column][/vc_row]
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