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La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) no logra salir de la profunda crisis que atraviesa desde hace años. En este 2017 el panorama no será muy diferente. Por el contrario. Se presenta más complejo. Enfrenta un año difícil por una débil liquidez y un calendario relativamente fuerte de vencimientos, por lo que un incumplimiento de deuda es probable, de acuerdo a un reporte de la agencia de calificación Fitch Ratings.
El Ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de la firma para los últimos 12 meses terminado en julio del 2016 fue negativo, calculó Fitch Ratings.
«Si los precios del petróleo se mantienen alrededor de los niveles actuales, la recuperación promedio puede llevar a futuros incumplimientos de pagos de deuda para reducir aún más las obligaciones y permitir las transferencias necesarias al Gobierno», declaró Lucas Aristizábal, director senior de Fitch Ratings.
El pasado domingo, el presidente Nicolás Maduro denunció hechos de corrupción en la petrolera estatal, y anunció que modificará la directiva de la compañía.
Entre los cambios, creó una nueva Vicepresidencia Ejecutiva que ocupará la vicealmirante Maribel Parra, y ratificó al presidente Eulogio Del Pino.
«Hay que ir a sanear profundamente la corrupción incubada allí», apuntó el mandatario chavista.
«Es por eso que le he pedido al compañero Eulogio (…) que encabece un nuevo equipo directivo y ahora sí, 100 por ciento enfocado en la industria», agregó.
Las finanzas del régimen chavista dependen principalmente de las ventas de PDVSA, una compañía que ha visto reducir sus ingresos por el desplome de los precios del crudo y una caída de la producción y los despachos de petróleo.
Fuente: Infobae/con información de Reuters
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