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Tras un accidente vial ocurrido la tarde de este domingo 15 de enero, el obispo de Jinotega, monseñor Carlos Enrique Herrera, ya se encuentra en la residencia episcopal, adolorido por los golpes sufridos al colisionar el vehículo en el que volvía de la comunidad Mancotal.
El obispo regresaba de presidir los festejos religiosos por Nuestro Señor de Esquipulas, pero “en una curva”, el vehículo en el que se movilizaba fue impactado por un camión cuyo conductor presuntamente invadió el carril contrario, contó telefónicamente monseñor Herrera.
Policías de la Dirección de Seguridad de Tránsito fueron al sitio para realizar las correspondientes averiguaciones sobre el suceso.
Hasta ahora se desconoce la identidad de quien conducía el camión y las características del vehículo. También se desconoce si alguien más acompañaba al obispo en su vehículo.
“Estoy bien gracias a Dios, solo el vehículo (sufrió daños serios)”, relató brevemente el jerarca católico.
Monseñor Herrera estaba llegando a las 4:30 p.m. a la residencia episcopal con “dolorcitos que le quedan a uno del impacto”. Posteriormente iría a chequeos médicos, dijo.
Antes del accidente, el obispo presidió las solemnidades religiosas en honor de Nuestro Señor de Esquipulas en Mancotal, al norte de Jinotega.
La Diócesis de Jinotega, a través de su página en la red social Facebook, informó que «el incidente ocasionó solo daños materiales y el Señor Obispo se encuentra solo con pequeños golpes».
«Agradezco a todas las personas que se han preocupado y están orando por mi salud. Estoy bien, y doy gracias a Dios que solo hubo pérdidas materiales», comunica el obispo a través de la página de la Diócesis.
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