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Después de tres años en construcción y con una inversión de veinte millones de dólares la planta hidroeléctrica El Diamante comenzó la generación de energía utilizando el agua del río Upá, en la comunidad El Jobo, en el límite entre los municipios matagalpinos de San Ramón y Matiguás.
La planta pertenece al Grupo MLR, un conjunto de empresas con capital nicaragüense y canadiense, cuyos dueños, junto con funcionarios gubernamentales —incluyendo a los alcaldes de San Ramón y Matiguás—, así como sacerdotes de ambas parroquias, presidieron la inauguración de la obra.
La hidroeléctrica tiene una capacidad instalada de cinco megavatios y estará enlazada al Sistema de Interconexión Nacional, afirmó Analaura Ríos, gerente de MLR Hidro.
Con la inversión, dijo Ríos, “estamos contribuyendo a transformar la matriz hacia fuentes renovables, una materia en la que Nicaragua goza de muy buenas notas y nosotros hoy estamos aportando a esta gran tarea”.
EQUILIBRIO AMBIENTAL
Agregó que la planta contribuye al equilibrio ambiental del país por cuanto “permitirá al país reemplazar la generación de combustibles fósiles equivalente a 12 mil toneladas de dióxido de carbono, para que lo pongamos en perspectiva, esto equivale a plantar 4,170 hectáreas de bosques en un año”.
Álvaro Baltodano, delegado presidencial para la promoción de inversiones, exportaciones y facilitación del comercio exterior, dijo que la inversión en El Jobo “traerá beneficios a los pobladores de estas comarcas”, indicando que la obra fortalece también el tendido eléctrico departamental y principalmente de los municipios de San Ramón y Matiguás, además de volver más atractiva la zona para más inversiones.
El alcalde sandinista de San Ramón, Marvin Aráuz Sobalvarro, elogió la obra y destacó que en el municipio existen las condiciones para construir dos hidroeléctricas más y “ahí la invitación a que podamos seguir adelante, juntándonos todos en estas inversiones, atrayendo la inversión, generando el clima de negocios”.
TRES AÑOS EN CONSTRUCCIÓN
La construcción de la hidroeléctrica El Diamante comenzó en mayo de 2013 y generó más de 200 empleos, de los cuales más del 75 por ciento correspondió a personas de las comunidades aledañas, como El Jinete, Fila Grande y Buena Vista.
Esta planta comprende una presa que mide 16.5 metros de ancho y 4.5 metros de alto, la cual se conecta a un túnel de 1,146 metros de longitud y 2.3 metros de diámetro y que “fue construido con mano de obra ciento por ciento nicaragüense; es la única obra aquí en Nicaragua de esa magnitud que se ha hecho con mano de obra local completamente”, explicó Ríos.
Agregó que el agua pasa después por una tubería hasta llegar a un embalse con capacidad de almacenamiento de 10 mil metros cúbicos. Después pasa por otras tuberías de presión de plástico reforzado con fibra de vidrio con una caída de 265 metros, hasta la casa de máquinas, donde está una turbina horizontal con dos inyectores que generan y transforman la energía hasta entregarla a la subestación El Jobo.
Ríos dijo, además, que ahora la obra genera 22 puestos de trabajo permanentes y 12 temporales, pero solo dos ingenieros son foráneos y el resto son pobladores de la zona.
AVANCE PARA EL PAÍS
Sergio Ríos, presidente del Grupo MLR, destacó que “en medio de los trabajos de perforación del túnel nos llenaba de entusiasmo saber que cada metro de progreso era un avance para el país, para generar más empleo, crecer como nación, apostando por la energía limpia y por ende por la preservación del medioambiente”.
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