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Sólo en Estados Unidos se puede hacer una broma así. El programa de la CBS The Late Show que presenta Stephen Colbert contó con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para llegar a cabo una divertida broma que simulaba cómo sería una entrevista de trabajo del futuro ex presidente una vez abandone la Casa Blanca.
El encuentro no tiene desperdicio ya que el presentador se planta delante del aún presidente estadounidense y le plantea entrevistarlo para ver qué “aptitudes” tiene para encontrar un trabajo. Para ello, se caracteriza como si de un responsable de unas oficinas o almacenes se tratase y comienza a interrogar a Obama.
La entrevista de trabajo no empieza bien… “¿Edad? 55… Tiempo difícil para empezar de nuevo para un hombre”. A continuación le dice que durante los últimos años “no he visto que haya tenido ninguna proyección (ascenso) profesional” a lo que Obama responde que “he estado encerrado en una habitación durante mi último trabajo aunque la persona con el cargo más poderoso es mi mujer”, entre aplausos de la gente.
“¿Por qué abandonas tu puesto, es cierto que has dicho que no puedes seguir porque sería inconstitucional?”, a lo que Obama dice que sí, que de lo contrario seguiría. El supuesto entrevistador le aconseja que no diga eso en futuras entrevistas de trabajo. “¿Donde naciste?”, le pregunta entonces. Obama responde con un cortante: “¿De verdad es necesario?”
A continuación, el presidente de Estados Unidos dice que le gustaría trabajar en un futuro en un despacho con muchas esquinas. “Me encantan las esquinas”, haciendo referencia al Despacho Oval con ironía. Sobre si alguna vez ha tenido que despedir a alguien responde que “no me ha hecho falta, he enviado a los SEAL”.
“¿Qué logros ha tenido durante su último trabajo?”, pregunta entonces el entrevistador a lo que Obama responde que ha evitado el armamento nuclear en Irán, que ha retomado las conversaciones con Cuba después de 50 años y que ha ganado un premio Nobel de la Paz “aunque aún no sé para qué sirve”.
Cuando le preguntan sobre qué defectos tiene, Obama dice, exagerando al máximo los silencios que “suelo, hacer, muchas, pausas, cuando hablo”. Y remata diciendo que odia que “se hagan frases simples de conceptos complejos”, a lo que el entrevistador le pregunta: “¿Se puede hacer eso?” Y Obama responde: “Sí, se puede”, haciendo un guiño al eslogan que le llevó a la campaña electoral.
También le preguntan sobre si tiene conocimiento de las redes sociales y el presidente responde que tiene “unos 77 millones de seguidores”. Una forma original de irse despidiendo de los medios de comunicación que echarán de menos a Obama, uno de los presidentes más mediáticos de los últimos tiempos.
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Interpretando a un personaje llamado «Randy, el gerente de oficina», Colbert aconseja al primer mandatario cómo mejorar su desempeño en futuras entrevistas laborales.
Hacia el final de la entrevista, de modo muy sutil, Colbert le pregunta si votaría por una barra de fibra o por una mandarina descompuesta cubierta de cabello, a lo que Obama responde por la barra, que representa a Hillary Clinton, la candidata demócrata.
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