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Aves, monos congos y otras especies animales se pasean tranquilamente por La Luz, una hacienda donde más de la cuarte parte el área corresponde a bosques vírgenes y más de 400 manzanas son cultivadas con café, aplicando un sistema de producción ambientalmente sostenible y amigable con la biodiversidad.
Un poco más de 350 manzanas de café están en producción, el resto son cafetales nuevos y en desarrollo, explica Julio Rivera Anzoátegui, el dueño de La Luz, una de las grandes haciendas cafetaleras del departamento y ubicada a menos de 15 kilómetros al sur de la ciudad de Matagalpa.
Las plantaciones en La Luz, a más de 1,000 metros sobre el nivel del mar, producen en promedio 35 quintales de café oro por manzana durante cada ciclo productivo, generando 150 empleos permanentes y más de 600 puestos laborales en tiempos de cosecha.
Aquí, los cafetos lucen cargados con granos en franco desarrollo. Desde temprano, los obreros realizan diversas labores culturales en las plantaciones. Unos chapodan, otros van fertilizando cada planta y otros fumigan para prevenir plagas y enfermedades en el cultivo.
La fertilización y fumigación –esta última llamada foleo– son actividades que la mayoría de los 40,000 productores del país, por los altos costos de los insumos, no pueden asumir para aplicarlos debidamente a las plantaciones, sostiene Aura Lila Sevilla Kuan, presidente de la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa y de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua.
ESPERAN QUE ESTE CICLO PRODUCTIVO SEA MEJOR
Según la dirigente, la mayoría de productores ha reducido la cantidad y frecuencia de aplicaciones de fertilización y fumigación, porque “hay quienes aplican hasta seis veces (por ciclo) y seis onzas (de fertilizante por planta), pero otros aplican una onza, dependiendo de la disponibilidad de recursos”.
Por eso es que la producción nacional apenas ha llegado a 2.3 millones de quintales “con ayuda de Honduras”, apunta Sevilla. El rendimiento productivo promedio en el país es de 12 quintales por manzana.
Durante los últimos tres ciclos productivos, la caficultura ha sufrido diversos males, sin embargo, Rivera y Sevilla coinciden en que la del ciclo 2016-2017 tiene buenas perspectivas.
¿Y QUÉ PASÓ CON LA BROCA?
La broca ha detenido su ciclo reproductivo, pero está en las plantaciones y Aura Lila Sevilla Kuan, presidente de la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa y de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua, dice que será hasta que el café madure y sea procesado en los beneficios, cuando sabrán la afectación real que provoque el insecto en la producción y calidad del grano.
De hecho, debido a las floraciones tempranas en noviembre y diciembre de 2015, hay plantaciones en las que el grano ha comenzado a madurar, principalmente en fincas ubicadas en zonas bajas del departamento, por lo que Sevilla estima que en septiembre próximo habrá una etapa fuerte de graniteo o recolección de primeros granos maduros.
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