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A la pena de 12 años y seis meses de prisión fue sentenciado Óscar Daniel Ramírez González, por el homicidio contra el soldado del Ejército, Mario Guillén Dávila, a quien atacó con una navaja al pelear por una botella de licor en la ciudad de Matagalpa.
Ramírez González, de 18 años y apodado “Pipoca”, debe cumplir la condena en el Sistema Penitenciario Regional en el valle Waswalí, cinco kilómetros al suroeste de la ciudad, determinó en la sentencia la titular del Juzgado Único de Distrito Penal de Audiencias en Matagalpa, María Josefina Vásquez Carrasco.
El crimen ocurrió el 10 de julio recién pasado en la calle frente al área de cocinas del mercado Norte en el barrio Guanuca de la ciudad de Matagalpa, donde Guillén estaba tomando licor y “Pipoca” llegó a discutir con él por una botella de licor, según el relato de hechos presentado en la acusación por el Ministerio Público.
Lo atacó con navaja
Transeúntes que presenciaron la discusión los separaron, sin embargo, “Pipoca” sacó una navaja con la que asestó dos heridas al militar que ese día volvió a Matagalpa después de visitar a su madre en la comunidad El Carmen del municipio matagalpino El Tuma-La Dalia.
De acuerdo con la acusación, “Pipoca” usó el licor que originó la discusión para lavar la navaja y luego huyó con dirección imprecisa. En tanto, Guillén Dávila fue llevado por un taxista al hospital César Amador Molina de Matagalpa, donde falleció en la madrugada del 11 de julio.
La Policía detuvo a Ramírez González y en la audiencia preliminar, realizada el 13 de julio, admitió la comisión del crimen, por lo que la juez Vásquez lo declaró culpable, procediendo de inmediato a la audiencia de debate de pena.
El fiscal auxiliar Walter Urbina pidió la pena máxima establecida en 15 años de prisión para el delito de homicidio, alegando que concurrieron las agravantes de alevosía y ensañamiento.
Por su parte, Freddy Rizo, defensor particular de “Pipoca”, solicitó la pena mínima de 10 años de prisión, señalando como atenuante la edad del procesado así como la admisión de hechos por parte de este.
En la sentencia, la juez Vásquez consideró que las agravantes citadas por Urbina corresponden al tipo penal de asesinato y tomando en cuenta solo la atenuante de admisión de hechos, condenó a “Pipoca” a doce años y medio de prisión.
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