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En lugares y circunstancias distintas, dos personas murieron ahogadas en ríos crecidos por las lluvias, en el municipio de San José de Bocay, departamento de Jinotega.
Uno de los casos ocurrió el miércoles 20 de julio de 2016, cuando la señora Concepción Zeledón Aráuz, de 40 años, fue arrastrada por la corriente del río Runflín en la microrregión de Ayapal, en San José de Bocay.
Zeledón Aráuz y otras personas se transportaban en un camión hacia la comunidad de Runflín y el conductor del vehículo, cuya identidad no fue precisada, quiso cruzar el río cuyo caudal había incrementado por las lluvias.
El motor del camión se apagó en medio del río y los pasajeros comenzaron a bajarse del vehículo para cruzar al otro lado del río, sin embargo, cuando Zeledón Aráuz avanzaba en el agua, fue arrastrada por una corriente.
Los demás pasajeros quisieron auxiliar a Zeledón Aráuz, sin embargo, ella murió ahogada y su cuerpo fue rescatado río abajo.
El cadáver de la mujer fue entregado a sus familiares.
Ebrio quería nadar en el Bocay
Mientras tanto, en el río Bocay murió ahogado Evert Enoc Portocarrero, de 22 años, quien presuntamente andaba ebrio al momento en que fue arrastrado por la corriente.
Portocarrero salió ebrio de su casa porque pretendía ver la crecida en el caudal del río, pero en el lugar decidió meterse a nadar, muriendo ahogado.
El cuerpo fue rescatado río abajo y entregado a sus familiares en Ayapal.
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