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Aunque sus familiares consideran que fue detenido injustamente, Máximo Urrutia Laguna, de 47 años, fue acusado por la Fiscalía de Matagalpa como presunto autor de los delitos de portación ilegal de armas de fuego y fabricación, tráfico, tenencia y uso de armas restringidas.
Fue detenido el 13 de mayo en una redada policial ejecutada en Sébaco contra presuntos expendedores de drogas y, de acuerdo con la acusación, la Policía “tenía información” de que presuntamente un hijo del acusado vendía marihuana en su casa.
Sin embargo, al practicar el allanamiento, con orden judicial, encontraron un revólver calibre 22 del que Urrutia no presentó documentos legales. Además, la Policía encontró una escopeta de fabricación artesanal y media docena de cartuchos para esa arma; además de cuatro tubos de hierro, de 60 centímetros de largo.
Del Frente Sandinista
María Eugenia Urrutia Laguna y Rosa Ivania Jarquín Eugarrios, hermana y esposa del acusado, respectivamente, alegan que este es un militante histórico del Frente Sandinista y que durante el allanamiento, la Policía llevó objetos de los otros lugares.
“Eso es un montaje, porque hicieron cateos en otros lados, a los demás los dejaron libres… todo el mundo lo conoce, incluso el alcalde, que como activista él tenía los lanzamorteros y los morteros que se los habían dado en la casa del Frente (Sandinista), porque vienen de nuevo las elecciones”, comentó Urrutia.
7 de junio, Máximo Urrutia, debe enfrentar la audiencia inicial del proceso penal.
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