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Eduardo Montealegre aseguró que el Ejército y la Policía Nacional tienen tiempo de venir acosando a miembros del Partido Liberal Independiente (PLI) en Jinotega y señaló además que el gobierno no quiere reconocer que sí existen agrupaciones armadas.
“Eso lo hemos venido denunciando desde hace rato (el acoso a miembros del PLI) igual con Somoza que cuando había un problema le echaba la culpa a los conservadores”, señaló el político opositor.
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El dirigente político aclaró que el partido nada tiene que ver con la presencia de los rearmados.
“Hoy el Frente Sandinista está cegado de que no hay nada de esos problemas en las montañas de este país y es más fácil echarle culpa a los del PLI y nosotros no tenemos nada que ver y es un acoso porque saben que el PLI es la única y verdadera fuerza de oposición en este país y le tienen miedo”, reaccionó Montealegre, ante las denuncias de acoso de miembros del partido en Jinotega, de parte de efectivos del Ejército y la Policía.
El gobierno a través del Ejército y la Policía no reconoce a las agrupaciones armadas como guerrilleros políticos, sino que mantiene la posición de que estos pertenecen a agrupaciones armadas delincuenciales.
OBISPO PREOCUPADO
Aunque el obispo de Jinotega, monseñor Carlos Herrera, dijo no tener detalles de los últimos acontecimientos de Ayapal, expresó preocupación por la situación de inestabilidad en la zona, que provoca zozobra entre la población del sector.
Herrera dijo que ha conocido preocupaciones por parte de la feligresía expuestas al párroco del lugar.
Así como que “siempre se recurre a eso (presiones) para investigar hay algunas personas preocupadas porque de una u otra forma las hacen involucrarse pero el número de personas es muy difícil saber(lo)”, dijo Herrera, quien señaló que los feligreses únicamente se le acercan al padre del lugar “y manifiestan su temor, pues, cuando llegan a preguntar sobre la situación de las personas que pasan”.
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UN ARMADO ESCAPÓ TRAS ENFRENTAMIENTO
Al menos un hombre identificado como Saúl Palacios logró escapar después del enfrentamiento en el que el Ejército le provocó seis bajas a un grupo armado en el cerro Sibiwas, 25 kilómetros al noreste del caserío de Ayapal, en el municipio de San José de Bocay, departamento de Jinotega.
Sin embargo, Rómulo Orlando Palacios, hermano de Saúl, fue uno de los seis armados muertos en el combate registrado el lunes 28 de marzo, confió una fuente militar.
Otros de los armados muertos serían Pedro Aráuz Calderón y Daniel Alegría, además de otros identificados solo por los alias de “Alfa” y “Walter”, y uno “no se sabe quién era”, refirió la fuente.
En el enfrentamiento también hubo dos militares heridos, cuyas identidades no fueron precisadas en una nota de prensa emitida este martes 29 de marzo por la entidad castrense, en la cual asegura que estos últimos “se recuperan satisfactoriamente”.
El vocero del Ejército, coronel Manuel Guevara Rocha, insistió ayer en sostener la versión emitida el martes a través de una nota de prensa, de que se trata de un grupo delincuencial y que desde febrero dan seguimiento a grupos delincuenciales que cultivan y trafican con marihuana.
Así como que las unidades del Sexto Comando Militar Regional fueron atacadas por delincuentes armados con escopetas, que el pasado 28 de marzo dejó seis “delincuentes” muertos.
De acuerdo con el informante, Saúl y Rómulo son hijos de Santiago Palacios, un hombre a quien el Ejército también califica como “delincuente”.
Santiago Palacios y su hermano Salomón Palacios presuntamente formaban parte de un grupo de al menos diez hombres armados que la noche del 23 de octubre de 2015 asesinaron a Pedro Sergio López González, un militante del Frente Sandinista en la comarca Turuwas, en San José de Bocay.
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