Debido a las lesiones que sufrieron cuando el bus en el que iban se precipitó a una alcantarilla y después de un par de semanas hospitalizadas, otras dos personas murieron incrementando a ocho las víctimas mortales del accidente vial ocurrido el 21 de enero reciente en el empalme El Guayacán, al suroeste de la ciudad de Matagalpa.
La maestra jinotegana Sofía Espinoza Ortiz, de aproximadamente 55 años, quien iba como pasajera en la unidad de transporte, así como Rodolfo Mendoza Rivas, de 35 años, fueron los últimos en fallecer por ese accidente, confirmó el comisionado Julio González, quien este fin de semana estaba como jefe en funciones de la Dirección de Seguridad de Tránsito de la Policía en Matagalpa.
Mendoza era el ayudante y cobrador del bus con placas M1449 que cubría la ruta Jinotega-Managua y que repleto de pasajeros se precipitó a la alcantarilla en el kilómetro 118.7 de la carretera Sébaco-Matagalpa.
En el accidente murieron Luis Ángel Cárdenas Gámez, de 66 años; José Ernesto López López, de 55; Hugo Sergio Torres Cruz, de 61; Dominga del Socorro Hernández Zelaya, de 49; Damiana Hernández, de 82, y Rosa Elena Duarte Herrera, de 40.
Otras 58 personas, incluyendo a Mendoza y Espinoza, sufrieron lesiones. En tanto, el conductor del bus, Pedro García Urbina, de 44 años, está siendo procesado por los delitos de homicidio imprudente —ahora contra ocho personas— y lesiones imprudentes en perjuicio de otras 56.
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García Urbina cumple con la medida cautelar de prisión preventiva que le impuso la titular del Juzgado Segundo Local Penal de Matagalpa, Claudia Sánchez, y en ese despacho judicial enfrentará un juicio el 22 de febrero próximo.
La profesora Sofía Espinoza Ortiz se encontraba internada en Cuidados Intensivos en el Hospital Lenín Fonseca de Managua y se conoció que murió la noche del viernes a causa de politraumatismo.
Siendo ministro de la Comunión, del Movimiento de Cursillos de Cristiandad De Colores, de la Catedral San Juan, sus hermanos cursillistas despidieron ayer a la profesora Sofía Espinoza Ortiz custodiando su ataúd por una hora, posteriormente realizaron la misa de cuerpo presente, cuya homilía ofició el obispo Carlos Enrique Herrera.
El accidente ocurrido en el empalme de El Guayacán dejó también a varios lesionados con secuelas psicológicas, como es el caso de Jefferson Israel Blandón, de 11 años, a quien operaron a causa de una fractura en la pierna. Según su mamá, María Auxiliadora Blandón Mairena, al menor han tenido que aplicarle relajantes, pues no soporta oír ni ver buses, además de tener constantes pesadillas.
LA ACUSACIÓN CONTRA EL CONDUCTOR
La acusación de la Fiscalía sostiene que cerca del basurero de Jinotega, en la ruta entre esa ciudad y El Guayacán, el ayudante Rodolfo Mendoza Rivas notó que Pedro García Urbina debía forzar la palanca de la caja para cambiar velocidades, por lo que le advirtió que mejor detuviera la marcha para revisar el desperfecto, pero el conductor omitió la advertencia y continuó.
En el proceso la Fiscalía ofreció como prueba documental una resolución administrativa emitida por la Dirección de Seguridad de Tránsito de la Policía en Matagalpa, la cual declara a García Urbina como “único responsable del accidente” por conducir de manera temeraria.
Luis Eduardo Martínez M. y Sara Ruiz, LA PRENSA, 08 de febrero de 2016
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