El papa Francisco ya ha firmado el decreto para la canonización de la madre Teresa de Calcuta, que previsiblemente se producirá el 4 de septiembre de 2016, el domingo más cercano al 5 de septiembre, fecha en la que murió en 1997.
El proceso para convertir en santa a la religiosa albanesa ha sido largo y los milagros que se la atribuyen, impactantes.
El primero, aquel que la convirtió en beata el 19 de octubre de 2003 ante miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro, ocurrió en 1998. El por entonces papa Juan Pablo II dio por probada la «curación inexplicable» de una mujer india de religión animista, Mónica Bersa, de 34 años, que padecía un tumor en el abdomen del que sanó.
El milagro que finalmente la convertirá en santa ocurrió en Brasil y ha desconcertado a los médicos. Se trata de la curación extraordinaria en 2008 de un ingeniero, que hoy tiene 42 años, en Santos, Brasil.
El hombre padecía «múltiples abscesos cerebrales con hidrocefalia obstructiva» y necesitaba «un trasplante de riñón y terapia inmunosupresora» para evitar la muerte inminente. Su calvario, iniciado meses antes de la operación y semanas después de su casamiento, lo llevó finalmente a un estado de coma. Así ingresó al quirófano el 9 de diciembre.
La media hora del milagro
Pero algo falló en los equipos y los médicos decidieron posponer media hora la intervención. Cuando fueron a buscarlo otra vez a su habitación no pudieron creer la escena con la que se encontraron: el enfermo estaba despierto, sentado en su cama, sin síntomas y perfectamente lúcido. «¿Qué estoy haciendo aquí?», preguntó sorprendido cuando vio a toda la gente que se arremolinaba a su alrededor.
El enfermo padecía «múltiples abscesos cerebrales con hidrocefalia obstructiva»
Mientras todo esto ocurría, familiares y amigos del enfermo se encontraban en la planta baja del hospital, pidiendo a la beata Madre Teresa por la vida del joven ingeniero. «Díganle a la Madre Teresa que se preocupe por él», les había rogado la esposa, devota ferviente de la fundadora de la Congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta.
Un problema técnico retrasó media hora la operación y el paciente sanó
En el diario de Santos, Presença Diocesana, el padre Elmiram Ferreira explicó que acompañaba a la familia en esa época: «Vi el dolor y el sufrimiento de todos ellos porque él estaba iniciando una vida nueva (estaba recién casado) y la dolencia retardaba muchos sueños. Yo le tenía mucha fe a la gran Madre Teresa y siempre rezo la Santa Misa en la Casa de las hermanas Misioneras de la Caridad en Santos. La manera como ella enfrentaba el dolor, el sufrimiento del mismo Cristo me inspiraba a entender también el sufrimiento de aquella familia», relató.
El sacerdote les dio una oración para pedir la intercesión de la Beata para que todos la rezaran intensamente. «La Madre Teresa se convirtió en el consuelo y aliento en aquella larga jornada. Así, cuando se verificó la completa recuperación de la salud que los médicos no podían explicar, entendí que allí estaba la mano de la Bienaventurada», afirmó.
En mis 17 años atendiendo estas patologías, todos los pacientes han fallecido»
«El médico que cuidó al hombre en Santos fue el mismo que cuidó del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en 2013, y él le contó el caso al Pontífice. Su Santidad expresó entonces el deseo de estudiar mejor el caso y por ello los encargados de Roma vinieron a Santos», contó el padre Ferreira.
Un consejo médico analizó luego el caso y determinó, con siete votos positivos sobre siete, que la curación del hombre no tenía explicación científica. «Nunca he visto un caso como éste –escribió el jefe del equipo médico en su declaración-. En mis 17 años atendiendo patologías como ésta todos los pacientes han fallecido. No puedo dar una explicación científico-médica de lo sucedido».
Pruebas posteriores confirmaron el restablecimiento total de la patología cerebral permanente, en un corto tiempo y sin ninguna secuela. El joven regresó pronto a su trabajo y a sus actividades diarias normales.
El análisis oficial del supuesto milagro se inició en junio de 2015 en la Diócesis de Santos. Ahora ha sido aprobado por la comisión teológica de la Congregación para la Causa de los Santos. La madre Teresa será el primer premio Nobel que subirá a los altares.
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