La tendencia bajista del crudo estadounidense Western Texas Intermediate (WTI) lo llevó este lunes hasta los 34,53 dólares por barril, su precio más bajo desde el 12 de febrero de 2009, cuando cerró la sesión a USD 33,98.
A su vez, el barril de crudo europeo Brent para entrega en enero sufre una caída del 1,4% en el mercado de futuros de Londres y alcanza los 36,91 dólares.
La caída de este lunes era la séptima consecutiva y los precios se acercaban a mínimos de 11 años por el temor cada vez mayor a que el exceso mundial de suministro empeore en los próximos meses y genere una guerra de precios entre los principales productores.
Tanto el referencial WTI como el Brent han caído en todas las sesiones desde la reunión de la OPEP del 4 de diciembre pasado, en la que sus integrantes no lograron un acuerdo sobre el techo máximo de producción. En las últimas seis jornadas, los contratos han perdido un 13% cada uno.
El mercado recibiría más producción a comienzos de 2016, cuando está previsto que Irán eleve su bombeo. Se espera que sus exportaciones alcancen un máximo de seis meses en diciembre y, según un funcionario iraní, el costo de producción del país se mantiene entre 1 y 1,5 dólares por barril.
Productores del Golfo Pérsico y de Rusia han dicho previamente que no reducirían su producción aún si los precios caen bajo los 20 dólares el barril.
El viernes pasado, la Agencia Internacional de Energía (AIE) indicó que el suministro mundial probablemente se profundizaría durante 2016 y presionaría más los precios, aunque agregó que no creía que el mundo se quede sin capacidad de almacenamiento.
Se calcula que el suministro de la OPEP aumente en un millón de barriles por día (bpd) en 2016, según un reporte de analistas de Morgan Stanley publicado el lunes.
No habrá otro encuentro
Mientras tanto, Rusia puso paños fríos este lunes a la posibilidad de que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reúnan este mes, pese a que los precios del petróleo ya han caído por debajo de los 40 dólares por barril.
El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, y el funcionario de energía más influyente del país, el jefe de Rosneft, Igor Sechin, dijeron en noviembre que una reunión entre los productores independientes y la OPEP era posible a mediados de diciembre.
«Actualmente no se espera ninguna reunión», dijo un vocero del ministerio. En tanto, Rosneft no quiso hacer comentarios sobre el tema.
Rusia, que destacó inicialmente su disposición para cooperar con la OPEP, no envió una delegación de alto nivel a Viena antes de la reunión del cártel petrolero el 4 de diciembre, al contrario de lo que había hecho en 2014.
Sólo el viceministro de Energía, Kirill Molodtsov, así como también los presidentes de Gazprom Neft y Lukoil, que tienen una presencia activa en Medio Oriente, viajaron a la capital austríaca para sostener algunas reuniones por separado.
Moscú todavía no está dispuesto a reducir la producción de petróleo, al referirse a lo severo de su clima, lo que hace difícil reanudar los pozos petroleros.
La reunión de la OPEP terminó en tensión debido a que los miembros no pudieron acordar ningún cambio en la política de producción.
En noviembre, Rusia siguió extrayendo petróleo en niveles máximos tras la era soviética de 10,78 millones de barriles por día pese a los bajos precios del crudo.
Molodtsov ha dicho que las petroleras rusas reducirán los inventarios en 2016, aunque mantendrán el ritmo de crecimiento en la producción de crudo.
Fuente: Infobae
Facebook Comments