Por: Luis Eduardo Martínez M. y Elízabeth Romero, LA PRENSA, 25 de agosto de 2015
Después del supuesto enfrentamiento en el que la Policía se adjudicó la muerte de dos hombres, a quienes calificó como “delincuentes”, en las comunidades de San José de Bocay, departamento de Jinotega, “hay bastante incertidumbre, miedo e inseguridad”, aseguró el sacerdote José Ramón López, quien fue párroco de ese municipio.
Francisco Reyes Méndez, alias “Cinco Pinos” y líder del grupo presuntamente alzado contra el gobierno del inconstitucional presidente Daniel Ortega fue uno de los muertos, confirmó la Policía en una nota de prensa emitida este viernes 21 de agosto, sin precisar las generales del otro fallecido, pero señalándolo como integrante de la “banda delincuencial”. Un tercer sujeto habría escapado ileso.
SACERDOTE LÓPEZ: “NO ERA DELINCUENTE”
Sin embargo, los lugareños identificaron al segundo fallecido como Pedro Pablo Díaz López, un pequeño productor que además era un cuadro pastoral de la Iglesia católica, confirmó el sacerdote López, indicando que “lo conozco muy bien y no era delincuente, como está diciendo la Policía”.
“Me extraña que digan que don Pedro es un delincuente, porque es una persona de principios cristianos y católicos”, aseguró el sacerdote, vía telefónica, comentando que Díaz fue fundador de la capilla católica y miembro de la junta directiva eclesiástica en Oskiwás, El Toro.
El religioso, quien ahora es párroco de Santa María de Pantasma, señaló que además de balazos, presuntamente había heridas de arma blanca y señales de tortura en los cuerpos de “Cinco Pinos” y Díaz López.
Según la Policía, a las 5:00 a.m. del 20 de agosto, “un destacamento policial que patrullaba en los alrededores de la comunidad cabecera de El Toro, al suroeste del municipio de San José de Bocay, departamento de Jinotega, se enfrentó con tres delincuentes que forman parte de la banda delincuencial “Cinco Pinos”.
DENUNCIAN TORTURA
Cuadros pastorales dijeron al sacerdote López que “hay muestras de tortura… destruyeron toda la casa, regaron todo y me informan que (a Díaz) le dieron una puñalada en la mano, le volaron ‘la corona’ de la cabeza dejándole expuesta la masa encefálica, hay muestras de golpes, tortura y tenía también un codo desbaratado a balazos”.
“Tengo información que a ‘Cinco Pinos’, Francisco Reyes, también lo torturaron, le hicieron zanganadas, le cortaron el cuello y le hicieron muchas cosas”, agregó el religioso.
Juan Carlos Arce, de la filial del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) en Matagalpa, calificó la situación de grave, pues ha conocido también que el fallecido “era de la parte orgánica de la Iglesia… además era una persona respetada y la querían mucho”.
El Cenidh investigará el caso “porque consideramos que hay muchos vacíos que aclarar, la Policía con nota de prensa no aclara”.
“La nota de prensa lo que hace es descalificar a las personas muertas”, dijo Arce, quien señaló que “hay un patrón en casos similares de vinculación de estas personas a grupos o bandas delincuenciales; el término banda armada es vox populi en esta zona y, es un término que no se menciona”, criticó Arce.
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