Uno de los acusados se adjudica triple asesinato, mientras que el otro alega inocencia
Por Luis Eduardo Martínez M. y Sara Ruiz, LA PRENSA, 22 de julio de 2015
“No sé en qué momento no sé cómo explicarlo”, expresó Rafael Mairena Aguilar, mientras admitía haber asesinado a tres miembros de una familia campesina en La Unión, una comunidad rural situada a 42 kilómetros al noreste de la ciudad de Jinotega.

Mairena dijo haber actuado solo en el triple crimen, negando la participación de Juan Diego Valdivia, quien junto con él está siendo procesado en el Juzgado Especializado en Violencia de Género en Jinotega por las muertes de Karla Patricia Pérez Castro, de 30 años, la hija de esta, Karla Mayerli Muñoz Pérez, de 14, y Jairo Manuel Tercero Zeledón, de 34, ocurridas la noche del 19 de junio recién pasado.
Valdivia, en tanto, alegó: “Soy inocente de lo que me acusan no sé por qué será que me acusan, pero ese día que me capturan yo estaba donde mi familia en Boaco”.
Sin embargo, en la audiencia inicial del proceso penal, este martes 21 de julio, al menos 38 testigos, incluyendo a investigadores y peritos policiales, además de un forense, fueron ofrecidos por la fiscal auxiliar Daniela Zeledón como elementos probatorios en contra de los dos acusados.
Uno de los testigos, Byron José González López, vecino de las víctimas, declaró en una audiencia especial de anticipo jurisdiccional de prueba que la noche del crimen fue interceptado por Valdivia, quien lo habría amenazado con cortarle la cabeza a él y a su familia, si mencionaba que lo había visto.
“También soy inocente de eso porque estaba donde mi familia en Boaco, no sé el chavalo este por qué me acusa”, insistió Valdivia, quien presuntamente sostuvo una relación extramarital con Pérez Castro, por lo que uno de los cargos en su contra es el de femicidio. Además, la Fiscalía le imputa los delitos de asesinato en perjuicio de Tercero y Muñoz.
Mientras que Mairena es acusado por los tres asesinatos. Los dos hombres son acusados por violación agravada contra la adolescente y robo agravado (se habrían llevado diez quintales de frijoles y uno de maíz) en perjuicio de Tercero y Pérez.
La noche del crimen, según la acusación, Mairena pidió a Tercero que le abriera la puerta trasera de la casa y luego, junto con Valdivia, atacaron a machetazos a Pérez, luego a Tercero y posteriormente violaron y machetearon a la adolescente.
Sin embargo, Mairena insistió en que Valdivia “nada tuvo que ver” y que si lo mencionó ante las autoridades policiales fue “por nervios” y que “solamente yo lo hice”.
Las declaraciones de los sospechosos surgieron al final de la audiencia inicial en la que la juez Engracia Inés Flores admitió los medios probatorios ofrecidos por la Fiscalía y remitió la causa a juicio, el cual programó para realizarlo en diferentes fechas, debido a la abundancia de testigos y la cantidad de audiencias programadas en ese Juzgado.
El juicio iniciaría el 12 de agosto y se extendería en varias fechas de ese mes hasta concluir el 8 de septiembre próximo.
Durante la audiencia, el defensor público, Rabindranat Montenegro Moreno, sin oponerse a los planteamientos de la Fiscalía, pidió la realización de una audiencia preparatoria de juicio, a lo que accedió la juez Flores.
Indignación pública
Mientras se desarrollaba la audiencia, en el reducido espacio del juzgado, afuera, alrededor de cien personas, entre familiares y amigos de las víctimas, reclamaban la aplicación de justicia.
“(Ley) 779, que la apliquen, justicia para las mujeres, queremos justicia”, fueron parte de las consignas que la red de mujeres del norte gritaba mientras mantenía frente al juzgado una manta.
“Hay coraje y el dolor de la familia ante la actitud de Rafael Mairena el día de la vela y el entierro”, según comentó María Daysi Castro, quien recordó que el día de la vela, además de tocar piano, Mairena comió, bebió y lloró junto con los familiares, a los cuales también estaba consolando.
Magdalena Picado, defensora de la Red en Jinotega, explicó que están dispuestas a apoyar hasta las últimas consecuencias a los familiares de Pérez y su familia.
Picado aseguró que las muertes de madre e hija y la violación de la menor han conmovido e indignado a cada una de las mujeres de la red, por lo que al igual que la familia exige que el caso no quede impune.
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