Por Luis Eduardo Martínez M., LA PRENSA, 20 de julio de 2015
Elmer Flores viajó del municipio de San Ramón a la ciudad de Matagalpa para caminar un poco más de 12 kilómetros desde la Catedral San Pedro Apóstol hasta el Santuario del Divino Niño, en la comunidad Fuente Pura, sobre la carretera turística hacia la ciudad de Jinotega.
Avanzando entre la multitud que va en peregrinación hacia el Santuario, Flores cargó en brazos a su hijo de 2 años, del mismo nombre. El pequeño lleva puesta una túnica rosa, igual que la vestimenta en la representación católica de Cristo en su infancia.
“Van dos años que lo vestimos así y es por una devoción que tenemos nosotros”, señala Flores, mientras avanza por la inclinada carretera pavimentada.
Entre los caminantes también va Adolfo Antonio López, un joven de la cercana comunidad de Palcila, quien también carga a su hijo. Su participación obedece a “un milagro que tuve del Divino Niño porque me sanó de una enfermedad en la columna. Él me curó y por eso, mientras yo esté vivo, seguiremos adelante en estas peregrinaciones”.
Así, miles de feligreses avanzan, unos orando, otros cantando por motivaciones múltiples: devoción, pago de promesas por favores recibidos, oración por la salud propia o de algún familiar, entre otras.
Atrás, un grupo de feligreses carga la imagen del Divino Niño adornada con altivas rosas rojas.
CONSAGRAN TEMPLO
El obispo de la Diócesis, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, se confunde entre la multitud. Al llegar al Santuario, el jerarca presidió una misa en la que bendijo el templo recién construido, ungió las paredes y consagró el altar principal.
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