Sus hijos, uno de 22 años y otro de 15, cometieron el triple crimen de Acoyapa
Por Tatiana Rothschuh, LA PRENSA, 23 de junio de 2015
Ana María Espino Requenes recibió a sus hijos Bernardo Guadalupe Sevilla Espino, de 22 años y al menor S.A.S.E., de 15, a quienes ofreció gaseosas y comida a eso de las 7:00 p.m. del pasado jueves. Luego salieron de la casa, habiendo preparado las condiciones para entrar por la madrugada del viernes por la parte trasera de la casa.

Sin piedad alguna, con cuchillo en mano, acabaron con la vida de su madre, de Mayra del Carmen Sevilla, de 20 años y la doméstica Senayda del Rosario Fonseca López, de 16 años.
Bernardo Guadalupe se encargó de matar exclusivamente a su madre propinándole múltiples estocadas en el cuello. Con su hermano menor estrangularon e hicieron heridas en el cuello, estómago y manos a la hija adoptiva de Ana María Espino (Mayra del Carmen) y a la doméstica.
Así explicó el comisionado mayor Bayardo Rosales, jefe de la Policía de Chontales, las circunstancias que concurrieron ante la atrocidad cometida contra tres mujeres, en el barrio Buenos Aires, de Acoyapa, tipificando los delitos de parricidio, asesinato seguido de robo agravado.
Según el jefe policial, el móvil del crimen fue la codicia por la herencia de tierras de la madre y la obtención del dinero de la venta de una propiedad.
El comisionado aseguró que antes de matar a las tres mujeres, los dos muchachos entraron pidiendo el dinero y explicó que los gestos y revelaciones de una de las hijas sobrevivientes con síndrome de Down, permitió además la identificación de los autores.
Sobre este móvil, la Policía tiene en su poder un papel que con firma aparentemente rara de Ana María, simplemente dice que le deja su propiedad a su hijo menor de 15 años, asesino, lo que hace suponer que también antes de matar a su madre la obligaron a firmar.
Refirió que después del asesinato de don Guadalupe Sevilla, esposo de Ana María Espino, en el 2013, los hijos recibieron la herencia de 95 manzanas cada uno, mientras que la viuda obtuvo 200 manzanas en El Almendro, Río San Juan.
A la joven Mayra del Carmen solo le dieron cinco manzanas, las cuales recientemente vendió y el dinero se lo entregó a su novio.
De acuerdo con las indagaciones, Ana María le propuso a su hija adoptiva comprarle las cinco manzanas, habiéndole entregado cien mil córdobas.
DERROCHÓ HERENCIA
Según el comisionado Rosales, después de haber vendido sus 95 manzanas de la herencia y haber derrochado el dinero, Bernardo Guadalupe, quería la herencia que recibió su madre de doscientas manzanas y el dinero obtenido de la venta de la propiedad de Mayra del Carmen (hija adoptiva). Aunque los familiares manejan que el malestar era mayor con Mayra del Carmen porque decía que le había robado a su madre, al quedarse con los cien mil córdobas.
Rosales aseguró que la Policía ocupó a Bernardo 170 mil córdobas y en la escena del crimen encontraron un rifle y una escopeta, pero aún no tienen en su poder el cuchillo utilizado para matar a las mujeres.
El jefe policial explicó que ambos criminales trataron de implicar a otro elemento ajeno a la familia para desviar el rumbo de las investigaciones.
Se espera que hoy el Ministerio Público presente acusación en el Juzgado Penal de Audiencia de Acoyapa.
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