Por Luis Eduardo Martínez M., LA PRENSA, 18 de junio de 2015
Absuelto por el delito de violación agravada, Edmundo Antonio Jarquín Moreno fue condenado a dos años de prisión por los delitos de violencia física y violencia sicológica en perjuicio de su expareja identificada por las iniciales de Y.L.M.F., quien se quejó de la sentencia notificada este miércoles 17 de junio.

“Existían todas las pruebas periciales y documentales que fueron obviadas en este juicio por el juez”, expresó Y.L.M.F., después de escuchar la sentencia dictada por el titular del Juzgado Segundo Especializado en Violencia de Género, William Mariano Montalván Avendaño.
La mujer de 32 años también se quejó de que durante todo el proceso, desde que interpuso denuncia a finales de diciembre de 2014, “fue muy duro, las puertas de la Comisaría me fueron cerradas, pero fueron abiertas para el agresor (Jarquín) también fueron excluidas pruebas del expediente policial sobre todos los abusos sexuales que venía sufriendo de parte de él”.
Sin embargo, en su sentencia, el juez Montalván expresa que absolvió a Jarquín por el delito de violación agravada “por haber duda razonable sobre la realización de los hechos”.
Asimismo, el judicial consideró que el Ministerio Público y la acusadora particular María Elvira Romero, probaron en el juicio los hechos de violencia física y de violencia sicológica por los cuales fue acusado Jarquín.
Considerando la atenuante de que Jarquín no tiene antecedentes penales y la agravante de que este actuaba cuando Y.L.M.F., estaba sola, el juez impuso la media de un año de prisión por cada delito probado —violencia física y violencia sicológica— los cuales, habiéndolos cometido en concurso real, “corresponde a sumar ambas penas”, por lo que la condena es de dos años de prisión.
Tras ser notificado de la sentencia, Jarquín insistió en que era inocente de todos los cargos y “hay un Dios”, dijo.
En tanto, Darlin Antonio Obando, defensor de Jarquín, señaló que apelará la sentencia indicando que “hay una falta de correlación entre acusación y sentencia porque jamás se acusó por violencia física y de repente resultó una condena por ese delito”.
Por su parte, Y.L.M.F., calificó como “injusta” la sentencia, expresando además que “ha habido muchas afectaciones y debo seguir luchando y recurriendo a todas las instancias para que mi voz se escuche”.
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