Aún falta detener a dos miembros de la banda que operaba en Ayapal
Por Sara Ruiz, LA PRENSA, 16 de mayo de 2015
Cuatro miembros de la banda “Wastari” fueron capturados por la Policía de Jinotega. A ellos los perseguían desde el último trimestre del 2014, según la versión policial.
Los detenidos de esta banda son: Jacobo Antonio Rivera Real — señalado como supuesto jefe de la banda—, Juan Aníbal Zamora, Héctor Antonio Benavides y José Primitivo Sevilla.
Según la Policía de ese departamento, aún está pendiente la captura de los últimos dos miembros Enoc Torres y Luis Antonio Moreno Castillo. Todos ellos originarios de la microrregión de Ayapal y anteriormente eran agricultores.
Esta banda es señalada de haber cometido 12 crímenes en los que se incluyen violación, posesión de drogas y armas ilegales, robos y dos asesinatos, según las denuncias hechas por la población. La Policía espera que se presenten más denuncias de quienes hayan sido afectados por los seis integrantes de “Wastari”.
La capitana Iveth Altamirano comentó que apenas la población se enteró de la captura de cuatro de los seis integrantes, comenzaron a denunciarlos y admitieron que por temor a que estuviesen libres no habían podido hablar acerca de los daños ocasionados.
Altamirano explicó que ya la Policía está tras la pista de los dos miembros que aún están prófugos.
“Estos señores están vinculados a 12 delitos entre los que están robo con intimidación y lesiones, tráfico interno, tenencia de armas, entre otras”, explicó Altamirano.
Las zonas de operaciones de los individuos eran comarca Atapalito, comarca de Atapal, Wastari, Chilamatekun, Bocay-Siuna y comarca de Pueblo Amado.
Hasta el momento se tienen seis denuncias oficiales y cinco hechos esclarecidos.
Una de las denuncias más fuertes fue la del señor Porfirio Artola Calderón, de San Miguel de Kilambé-El Cuá, quien los acusa por asesinato y la de Urania Rivera, quien los denunció por violación.
INTERCEPTABAN A SUS VÍCTIMAS EN LOS CAMINOS
La capitana Altamirano explicó que el grupo delincuencial “Wastari” operaba con tres o cuatro elementos por cada acción que realizaba, interceptaban a las víctimas en los caminos y bajo intimidación con armas de fuego los despojaban de sus pertenencias. También vigilaban a los dueños de viviendas vulnerables para asaltarlos y en casos como asesinato trabajaban individualmente.
Juan Aníbal Zamora, en un intento para mostrarse inocente ante los medios de comunicación, explicó que no conocía a ninguno de los otros miembros. Sin embargo, afirmó que él ayudaba a sembrar a José Primitivo Sevilla.
“Yo armas no tengo, iba a trabajar con mi primo (Héctor Antonio Rizo Benavides). Nosotros íbamos a ayudar a este amigo mío (refiriéndose a José Primitivo) ( ), nunca he asaltado a nadie, nos agarraron por nada”, afirmó Zamora.
Por su parte, Sevilla explicó que él acababa de comprar un arma de la que fue despojado. “No tenía 24 horas cuando me agarraron la pistola”.
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