
“Nací en León, pero fui amamantado en Matagalpa”, refiere Edgard Ramón Rivas Choza, músico, escritor y poeta, autor del libros como: “Poemas en relieve en un solo acto”, “San Ramón, Indígena y fértil” y fundador de una de las más conocidas agrupaciones musicales del país: Los Juveniles de Matagalpa.
Hijo de José Rivas Maradiaga y doña Julia Mercedes Choza Rodríguez, Edgard nació bajo el impetuoso signo de (abril) Cáncer.
Estudió su primaria en el Colegio San Ramón en la ciudad de León. Rivas Choza recuerda que desde niño se acostaba en una hamaca a escuchar la radio y cantaba las canciones que le agradaban, por lo que luego estaba incursionando en el Coro de ese centro escolar.
En las veladas del Colegio San Ramón, cantaba como solista acompañado por Los Hermanos Cortez, una agrupación familiar leonesa que entonces no era tan conocida en el país y que ejecutaba guitarras acústicas.
Cursando el tercer grado de primaria, Rivas Choza declamaba los poemas A Margarita y La Marcha Triunfal de Rubén Darío. “En ese tiempo también empecé a escribir lo que yo le llamaba poesía, y lo hacía para la chavala que me gustaba”, indica el artista mientras recuerda uno de aquellos poemas:
Quisiera
Quisiera contemplar tus ojos claros
y empaparme en el lago de tus sueños
y al estar en ese éxtasis divino
creeré y soñaré que soy tu dueño.
pero sé que ese sueño es imposible
pues tu alma pertenece a otro hombre,
déjame entonces llevarme tu recuerdo,
y en el puño cerrado, llevar tu nombre.
Edgard Rivas Choza
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“Mi poesía era rimada, y pensaba que era buenísima, pero… el tiempo me golpeó varias veces y, ahora puedo decir que me acerco un poco a ella. A pesar de mis platónicos amores, mi canto y mis poemas, siempre durante mi primaria obtuve los primeros lugares en mis calificaciones”, señala Rivas Choza.
Aunque sus padres se trasladaron a Matagalpa para inaugurar la primera oficina de telégrafos en la localidad de El Gorrión, una hacienda propiedad de don Jaime Cuadra, cerca de Esquipulas, Rivas Choza aún se quedó en León para culminar la educación primaria.
Aplazado por amor
Siempre en León, “pasé a estudiar el primer año de secundaria al Instituto Nacional de Occidente (INO), fue durante este tiempo que me enamoré una chavala de Nombre Fulvia Castillo Montalbán, aunque nunca se lo dije, es posible que mi canto y mis poemas le hayan confesado mi secreto. Me gustaba mirarla y conversar con ella, siempre esperaba que entrara y saliera de su colegio, y por consumir largo tiempo en la espera, poco asistía a clases, por lo que en el primer año de secundaria fui un desastre y me aplacé. Mi padre enojado decide no enviarme a León, según él para castigarme, dejándome en Matagalpa”, cuenta Rivas Choza.
Agrega que: “para que yo pudiese estudiar en Matagalpa arregla con doña María Aguinaga, esposa del chele sorbetero, el recordado, don Roberto Montoya, para que me alojara en su casa cuidasen de mi alimento y el alistado de la ropa”.
Matriculado en el Instituto Nacional Eliseo Picado (INEP) para repetir el primer año, Rivas Choza retoma el contacto con la música y la poesía, siendo después uno de los alumnos del reconocido profesor Humberto Aráuz Mairena (1903-1997), el más prolífero músico en la historia de Matagalpa.

LA POESÍA
Rivas Choza considera que su poesía “es libre, lleva una música interna”.
Dominación femenina
En el lugar donde se juntan
las sombras para hacer la noche
está el misterio de tus ojos
que inexplicablemente me dominan.
Edgard Rivas Choza
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Amanecer
El sol sorprendió a la noche
desnudando los cuerpos
mojados sobre el lecho.
Ah… sol indiscreto.
Sin anunciarte;
por la ventana abierta
les robaste la noche.
Edgard Rivas Choza
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A la página en blanco
Amada página en blanco
de cualquier color que seas
cúlpame si llegué
a mal-tratar la belleza.
Edgard Rivas Choza
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ASÍ COMO ERES
Te quiero por tu coraje
así como eres…
por tu espíritu guerrero
por transformar tu dulzura
en panal que duele…
te quiero
Gracias por darle
tantos versos a mi pluma
los que salen de tu boca
de vez en cuando…
sobre todo de noche
cuando tiemblas de frío
Por los dardos que
sin lástima clavaste en mí,
gracias mujer
crucificándome fríamente
en el punto de la vida,
allí donde la ternura
disimula exabruptos
para convertirlos
en pétalos o mariposas
Por eso y algo más te quiero así,
sin quitarte ni ponerte nada;
así te quiero de naturaleza viva
porque si te quito
o te pongo algo de más,
no serías tú… Y,
sin duda alguna
yo dejaría de quererte.
Edgard Rivas Choza.
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A la morena de abril
En las paredes de la covacha
de la hacienda
nuestra risa está pegada
como afiche al blanco y negro
y sobre el camarote de tablas
el espacio aún
aguarda nuestros cuerpos.
Edgard Rivas Choza
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Edgard Rivas Choza es autor del libro “Poemas en relieve en un solo acto” (1989) y además de la poesía, es autor de numerosos cuentos como “Un regalo de navidad”. También es coautor del Libro “Ponencias sobre historia de Matagalpa” (1993) y autor de San Ramón, Indígena y Fértil” (2008).
Muchas de sus obras han sido publicadas en los principales suplementos culturales del país, en la Revista “Casa de la Américas de Cuba, así mismo, ha publicado artículos de interés social en los diferentes rotativos y revistas de circulación nacional y en algunos medios escritos de países europeos. Una de sus obras literarias, está publicada en los textos del Ministerio de Educación de la República de Nicaragua.
También ha dictado conferencias sobre historia de Matagalpa e historia cultural de Nicaragua en centros culturales, así como en universidades de Matagalpa y Managua.
De la música, en 1988, la Pequeña Orquesta de la Familia (Elise Witt & Small Family Orchestra), de Atlanta, Georgia, Estados Unidos, grabó dos temas musicales cuya letra y música fueron compuestas por Rivas Choza: “A los Santos” y “El enemigo”.
LOS JUVENILES DE MATAGALPA
De la agrupación musical en la que brilló como vocalista y guitarrista, Rivas Choza relata:
“No recuerdo en cuál aniversario del INEP contrataron a Los Poli Music, del Doctor Polidecto Correa y con mis compañeros Rafael Reyes (Cachete), Mauricio Baca, Héctor Rayo y otros amigos como Harold Miranda, quedamos con la boca abierta mirando tocar a chavalos como nosotros, con guitarras electrónicas, saxos, batería y organeta. Música rock, como: “La Bamba y Anteojuda”; este último tema original del Polidecto Correa, el cual se lo compuso a su novia, la linda Matagalpense Indiana Orue.

Esto nos contagió y empezamos a hacer ruido. “Cachete”, con un lápiz le daba en la parte metálica a la esfera del mapamundi y como tambor utilizaba los pupitres. Otro, con un palo de escoba hacía de guitarrista; Raúl Amador con la boca imitaba el sonido de un saxofón. Aquello era un alboroto, muchos espectadores, estudiantes nos hacían barra y cuando llegaba el profesor de matemáticas Arnoldo Blandón (q.e.p.d.) nos gritaba:” ¡Ya están, aporreando los pupitres!, cien puntoss”. Pero eso nunca nos desanimó. Le presté un bombo, un redoblante y un platillo al profesor René Castrillo de la escuela superior de varones, y con cabuya, un pedal que dimos hacer en un taller de mecánico industrial, con una pelota de hule para jugar béisbol de barrio, nos hicimos nuestra primera batería. Luego, Mauricio Baca, quien tenía familiares músicos y dueños de la “Orquesta los Castellón” de Estelí, trajo la primer guitarra electrónica, cuyo amplificador era el mismo estuche, y así empezamos. Se nos ocurrió ponerle al grupo ‘The Black birds’.
A mi tía Rosario Choza de Herrera, que vivía de la Iglesia San José media cuadra al Sur, le gustaba la música y allí, iniciamos nuestros ensayos. Nos empezaron a llegar invitaciones para los cumpleaños de los amigos y amigas. Esto lo hacíamos sin cobrar ni un centavo, nunca pensamos en vivir de la música, hasta llegué a creer que tenía que pagar para presentarme.
Después pasamos a ensayar donde doña Haydee Miranda Téllez y cuando estábamos ensayando llegaba un joven a escucharnos, le preguntamos si le gustaba, nos dijo que sí, y, como sabíamos que él tocaba piano, le dijimos que no teníamos organeta, pero que se aprendiera nuestro repertorio y que en las casa en donde hubiese piano tocaría con nosotros. Este joven era Danilo Amador Vargas.
Le gente del Club Social juvenil, nos invita a tocar en la fiesta oficial de Huipiles, ahí alternaríamos con “Los Rockets”, un grupo de Managua, ya conocido por sus grabaciones como: Caravana, Tema de William, entre otros. Nos sorprendió la invitación, pero aceptamos el reto. Los Señores del Club Social Juvenil nos pusieron sus condiciones, y, con mucha razón: Los Rockets iniciarían tocando, además ellos se colocarían en la tarima ubicada en la parte suroeste, por la entrada de la sala principal del Club y nosotros en la esquina sureste de la sala; quedábamos frente a frente.

Dada la importancia que tenía el evento conseguimos con Los Castellón un amplificador hecho de madera, un poco rústico, este se utilizaría para la guitarra y dos micrófonos, uno para cantar y otro para colocarlo sobre el piano que había en el Club Social.
Por la tarde, cuando vimos llegar a los Rockets nos quedamos asombrados. Cuando “Roberto Aráuz” (Maquillaje), como se le conocía al baterista de los Music Maters –que ese día andaba con Los Rockets, ya que el joven baterista del grupo se encontraba sentido de salud– traía sobre su cabeza un gran platillo que era parte de la lujosa batería que poseía el grupo.
Inicia la fiesta y ellos despuntaron con Caravana. Cuando nos tocó el turno, ellos se colocaron en pie frente a nosotros; recuerdo que comencé cantando “La Novia” de Antonio Prieto. Cuando terminamos el sets, Ricardo Palma, su Director me dijo: “Tocan bien”.
No sé por qué, lo sentí como una burla, y le respondí. “Bueno…hermano, vos sabés que en esto somos novatos”, parece que no le gustó lo que le dije, y un poco contrariado me dijo: “Nunca digás eso, así comenzamos nosotros”.
Después de esta fiesta los socios del Club Social Juvenil nos propusieron prestarnos siete mil córdobas para la compra de una guitarra y amplificadores, a condición de pagarlos tocando todas las fiestas que ellos organizaran, incluyendo las tertulias que con mayor frecuencia solían hacer”. Se queda un momento pensativo, y luego prosigue: “De manera gratuita, como alumnos activos del Instituto Nacional Eliseo Picado tocábamos en las tertulias para recaudar fondos para la construcción de la cancha”.
Hace otra pausa, y continúa: “Una mañana viajé a Managua con el doctor Jaime Castro, directivo del Club Social Juvenil, pasamos todo el día recorriendo las calles de Managua en busca de las guitarras y los amplificadores. Con los siete mil córdobas disponibles, solo pudimos comprar dos amplificadores pequeños y una guitarra.
Aún andábamos con nuestra batería hechiza, hasta que la tía de “Cachete”, la profesora Leonor Reyes (q.e.p.d.) le regaló una lujosa batería color azul; marca YAMAHAy doña Esperanza Vargas de Amador, madre de Danilo, le regaló una organeta electrónica color rojo de la misma marca.
Después empezamos a mejorar nuestro equipo, y a proyectarnos más en Matagalpa. Por razones familiares, el primero en retirarse del grupo fue Mauricio Baca, entonces Héctor Rayo pasó al requinto y entró un nuevo miembro, Fausto Julio Howay (El Chino). Éste tocaba batería con “Los Secuaces”, otro grupo que sonó en Matagalpa.
“El Chino” pasó de batero a segunda guitarra. Para ese tiempo Héctor compuso un tema que se llama “Hazme Feliz”, que fue nuestro primer sencillo, el reverso de este disco tiene un tema de The Dave Clark Five, titulado Because, al que Rafael (Cachete), le hizo letra en español. Se respetó el título y se tradujo al español “Por qué”. Este disco lo hicimos sin saber cómo eran estos asuntos.
El segundo de los fundadores Héctor Rayo, por razones de estudio, se va del grupo y entra Gustavo Duarte (El Negro Duarte). “El Chino” pasa a requinto y “El Negro” toma la segunda guitarra.
Meses después en una fiesta del Club Social de Obreros, que quedaba donde hoy es el Museo Nacional del Café, llega gente de DISCOSA, una disquera, que nos ofrece el primer contrato. Así grabamos “La vida sigue Igual” y “Ayer y hoy”, que logran convertirse en éxitos.
“La vida sigue igual” sonó en los “Hit Parade” de las radios nacionales durante bastante tiempo. El tema después fue conocido internacionalmente con Julio Iglesias.
De aquí en adelante todo fue fama. En la prensa nacional salieron fotografías de los cuatro mejores grupos de Nicaragua: Los Rockets de Managua, Los Juveniles de Matagalpa, Los Duros de Granada y Los Hellions de León.
El Club Social Juvenil nuevamente nos contrata pera tocar en le fiesta oficial de Huipil y nos vuelven a enfrentar a Los Rockets, pero cambian las reglas: nos dicen que ahora nosotros iniciaríamos y que ocuparíamos la tarima, acepté lo de ser los iniciadores de la fiesta, pero lo de la tarima no. Le dije a Leslie Reyes que ocuparíamos el mimo lugar. Después de unos dos sets, se me acercó el maestro Ricardo Palma y me dijo: “Te lo dije verdad, que llegarían largo”. Me puse a reír, le estreché la mano y lo afirmé con un movimiento de cabeza.
Después nos fuimos a vivir a Managua y alquilábamos una casa en el barrio Santo Domingo. Lo mejor en Instrumentos que llegaba a Nicaragua lo teníamos nosotros, ahí nombramos como promotor de fiestas y espectáculos a Alex Lugo (q.e.p.d.) uno de los disc-jockey estrellas de la “Radio 590,” quien se encargaba de promocionar los discos y de llevarnos la programación de las fiestas en las que se nos contrataba.
Por asuntos que no vale la pena recordar, Los Juveniles se desintegran, después de grabar su último sencillo “Las horas pasan”, de Rafael (Cachete), una canción muy linda que me encantó cantar, y, el otro tema, original de El Negro Duarte fue “En busca de amor”. La última fiesta en donde Los Juveniles de Matagalpa se presentaron fue en Juigalpa, esa noche hubo lágrimas, pero ya no se podía volver atrás.
Más datos sobre Rivas Choza
Edgard Rivas Choza es licenciado en Administración internacional de empresas con énfasis en Promoción social; es técnico en Promoción cultural y estudió abogacía.
En la década de los 80 fue Director Regional de los “Centros Populares de Cultura del Ministerio de Cultura de Nicaragua”, para la Región VI, que comprendía a los departamentos de Matagalpa y Jinotega.
En la década de los 80 junto a Carlos Alvarado González fundó el programa radial “Nicaragua y su Cultura en la Revolución” que se trasmitió en “Radio Insurrección” de Matagalpa.
Junto con el Poeta Efraín Osejo Morales es miembro Presidente fundador del “Grupo de Intelectuales Apante” de Matagalpa,que ocupó la atención de la prensa nacional.
En el año 2004 es miembro fundador de la “Asociación Para el Desarrollo Humano Sostenible Popolvuh”.
En 1993 fundó “El Tiangue”, revista que contó con la colaboración de escritores, periodistas y personas interesadas en divulgar el quehacer cultural, político y social local y nacional.
En el año 2006 fundó la “Radio Stereo Alternativa”
En representación de la Asociación Para el Desarrollo Humano Sostenible –Popolvuh, fue presidente del Centro de Información Geográfica de Matagalpa (CIGMAT), fundada en el años 2002.
Hoy es miembro directivo del “Grupo de Intelectuales de la UNAN FAREM – Matagalpa.
Reconocimientos:
En 1970 el Grupo de artistas e intelectuales de Matagalpa, encabezado por el Doctor Carlos Arroyo Buitrago, Doctor Heradio González Cano y el Alcalde de Matagalpa, le entregan el pergamino “Honor al Mérito en Canto y Éxito Internacional”.
El 28 de agosto del año 2008 el Concejo Municipal de la Alcaldía de San Ramón lo declaró “Hijo Dilecto de San Ramón”.
El 16 de octubre, en el marco de la Jornada Cultural Carlos Martínez Rivas In memoriam; la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua le otorgó reconocimiento “Honor al Mérito”, como escritor nicaragüense.
El 14 de febrero del año 2011, el Gobierno Municipal de Matagalpa lo declaró “Ciudadano Notable”
El 05 de marzo del año 2015, el Gobierno Municipal de Nueva Guinea, en el Segundo Festival de Poesía en saludo al Cincuenta Aniversario de la Fundación de Nueva Guinea, lo declaró “Huésped de Honor”.
Actualmente es Concejal, Presidente de la Comisión de Cultura, Turismo, Deporte y Recreación del Concejo Municipal de Matagalpa.
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