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Pasaron cuatro series y los Indígenas de Matagalpa siguen tratando de encontrar la fórmula que les brinde seguridad y triunfos. El análisis de algunos números podría ayudarles. La Tribu norteña es el equipo más exitoso de este siglo y por años mantuvo al picheo como su principal fortaleza.
Sin embargo, cuando los lanzadores comenzaron hace un par temporadas a presentar algunas vulnerabilidades, principalmente en el bullpen, el ataque sobresalió con jóvenes flecheros que entraban a la madurez ya con varias campañas tomando acción. En 2016, la evolución ofensiva fue notoria en varios de ellos.
De hecho, Matagalpa estuvo al frente del bateo colectivo durante toda la primera ronda de 2016, aunque decreció en la recta final y se mantuvo entre los equipos con mejor promedio de bateo en la temporada. El picheo, en cambio, sufrió un bajón en su efectividad.
Picheo inconsistente
Este año. La inconsistencia ha caracterizado al picheo de los Indígenas. Actuaciones soberbias contrastan con la debacle, principalmente entre relevistas.
De hecho, de las 87 carreras permitidas, el 45 por ciento ha sido en el último tercio de juego, aunque el tercero y cuarto inning también han sido fatales y en esas entradas los lanzadores de la Tribu permiten el 31 por ciento de las anotaciones. El restante 24 por ciento está repartido en las entradas 1, 2, 5 y 6.
El segundo, cuarto y octavo inning son los más productivos para los Flecheros, anotando el 62 por ciento de sus carreras en esos tres episodios. Mientras que las entradas 1, 9 y 3 son las menos productivas.
Los bateadores izquierdos batean .268 a los lanzadores de los Indígenas. En 140 apariciones legales, los zurdos negocian 22 boletos y en 112 turnos oficiales conectan 30 imparables y abanican en 22 oportunidades. De los cuatro jonrones que admiten los pícheres norteños, tres han sido conectados por zurdos.
Para contrarrestarlos, el bullpen Indígena solo tiene al zurdo Douglas Obregón, pero no le ha ido muy bien. Ha enfrentado a bateadores izquierdos en nueve ocasiones, seis de las cuales han sido turnos oficiales y le ligan tres indiscutibles.
Mientras que los bateadores derechos batean para .273 contra el picheo de la Tribu, por 108 hits en 395 turnos oficiales, negociando 41 bases, abanicando 70 veces y ligando solo un jonrón (a Inocencio Laguna, que ha tenido poca acción).
Con corredores en posición de anotar, los bateadores contrarios alcanzan un promedio de .267 por 47 hits en 176 turnos contra el picheo norteño.
Falta control
Destacable es que el descontrol ha sido fatal para el picheo norteño que otorga 4.32 bases por bolas por cada nueve entradas, una frecuencia que se incrementa a nivel particular: Laguna (13.5), Lurgen Rayo (10.8), Wallner Dávila (10.4), Obregón (9.00); Francisco Valdivia (5.79).
Los lanzadores de la Tribu permiten 9.46 hits por cada nueve entradas lanzadas, pero la frecuencia de hits permitidos por cada nueve innings a nivel particular anda así: Obregón (18.00), Rommel Velásquez (15.75); Lurgen (14.40), Laguna (13.50), Wilder Rayo (11.25), Wilfredo Amador (10.53); Berman Espinoza (7.77), Valdivia (7.71), César Orozco (7.20), Carlos Dariel (7.11).
Valdivia tiene la mejor frecuencia ponchadora (11.57) por cada nueve innings, seguido por Berman (10.64) y Velásquez (6.75).
Balance de series
Este año, los Indígenas tuvieron una considerable preparación física, pero solo disputaron dos partidos de fogueo en la pretemporada y solo en una ocasión tuvieron entrenamiento nocturno. Era de esperarse un arranque lento en el Pomares 2017.
Cayeron 3-1 en su serie ante Carazo, pero dieron señales positivas al doblegar 3-1 a los Toros de Chontales, un equipo hostigoso a la ofensiva y con abridores caracterizados.
En la primera serie, los Cafeteros marcaron 26 carreras por 18 de los Indígenas. La tropa de Aníbal Vega bateó 33 imparables y la Tribu de Raúl Marval ligó uno más (34), aunque faltó el hit oportuno. Los últimos dos desafíos se decidieron por una carrera de diferencia, al fallar el relevo en la séptima entrada de los juegos 3 y 4.
Mientras que con los Toros, los Indígenas ganaron tres desafíos con poca ofensiva y buenas presentaciones monticulares. 4×2, el primer juego; cayeron por abultado margen de 3-17 en el segundo juego y luego prevalecieron con idéntico marcador de 3×1 en los juegos 3 y 4.
De manera general, los Toros anotaron 21 carreras con 29 imparables y Matagalpa apenas marcó 13 anotaciones con 27 indiscutibles.
Luego, los Indígenas aun con varios peloteros afectados por golpes, quedaron 2-2 con los Dantos, el equipo con la artillería más temida en la Liga, aunque sus relevistas también son su “Talón de Aquiles”.
Victorias de 8×5 y 6×5 en los juegos 1 y 2, más derrotas de 1-4 y 6-8 en los juegos 3 y 4. 21 carreras anotadas por los Indígenas con 21 imparables en los cuatro juegos por 22 anotaciones de los Dantos que ligaron 45 hits en la serie.
Posteriormente, los Flecheros enfrentaron al mejor cuerpo de lanzadores del torneo, el mismo que antes de la serie contaba con una efectividad colectiva de 2.81 y que mejoró a 2.68 después de los cuatro desafíos contra la Tribu septentrional.
Derrota de 0-3 en el juego 1. Victoria de 4×2 en el juego 2 y derrotas de 2-4 y 5-9 en los juegos 3 y 4. Los melenudos ligaron 31 imparables y anotaron 18 carreras en la serie, mientras que los Flecheros ligaron la misma cantidad de cohetes, pero solo pisaron el plato 11 veces. Los boletos, que solo en el último juego fueron nueve concedidos (más dos golpes) marcaron diferencia.
63 carreras han anotado los Indígenas
87 carreras permite el picheo de los Indígenas
113 hits conectan los Indígenas de Matagalpa, pero permiten 138
El bateo
La ofensiva todavía no carbura en momentos cumbres. De manera colectiva, el bateo apenas tiene .249 de promedio. Solo han enfrentado a un lanzador zurdo y están de 3-0 (Nebil Aburto, de Carazo).
Sin gente en base, la ofensiva está con menos puntaje (.233). Evert Andino destaca con .438 (11 hits en 23 turnos, con un jonrón y 4 boletos negociados) cuando encuentra las bases desocupadas.
El promedio incrementa ligeramente (.283) con corredores en los senderos, pero decrece (.221) con corredores en posiciones anotadoras.
Cuando los Indígenas tienen a corredores en posiciones de anotar con menos de dos outs, batean .194 (18 hits en 93 turnos) con 32 carreras producidas, dos jonrones y ocho boletos, abanicando 11 veces.
Johnny Trewin destaca de 10-4 en esas circunstancias (corredores en posición anotadora con menos de dos outs), con un vuelacercas y cinco producidas. Jean Franco Flores batea de 13-2 con dos boletos y dos ponches, pero produce media docena de carreras. Marvin Treminio de 11-4 con un jonrón y cinco remolques más dos boletos. Martín Espinoza, de 15-3 con cuatro producidas. Emmanuel Treminio batea de 6-2 con cuatro producidas. Fausto Suárez, de 9-2 con 3 impulsadas. Andino de 4-0, un remolque, un boleto y dos ponches. Emilio Villegas de 6-0 con dos producidas y un ponche. Daniel Hernández, de 10-1 con un remolque.
Actuación con dos outs
Los Indígenas tienen una pequeña mejoría (.257) cuando tienen corredores en posición de anotar ya con dos outs. En 70 turnos ligan 18 imparables y producen 24 carreras.
En esas circunstancias, Jean Franco batea de 6-4 (.667) con tres remolques. Marvin de 4-2 (.500) con cuatro producidas. Fausto de 9-3, tres impulsadas; Martín de 9-3 con cuatro producidas, Emmanuel de 3-1 con dos impulsadas, Johnny de 8-2 y cuatro empujadas, Daniel de 9-3 con 4 remolques. Emilio de 4-0, Andino de 5-0, Omar Herrera, de 3-0, Julio Escobar de 3-0.
Cuando las almohadillas están repletas, los Indígenas apenas consiguen cuatro imparables en 19 turnos (.211), aunque anotan 12 veces.
Con bases llenas, Martín de 4-1 y dos producidas con un ponche; Johnny de 2-1 con 2 impulsadas; Jean Franco de 2-1 con dos empujadas y Emmanuel de 1-1 con tres impulsadas.
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